El tercer capítulo de la octava temporada dejó a sus seguidores sin aliento. Si no has visto el episodio y no quieres enterarte de sus detalles, es mejor que dejes de leer esta nota.
«La Batalla de Winterfell», dirigida por Miguel Sapochnik, superó todas las expectativas de los fanáticos de la serie de HBO. El enfrentamiento final entre los vivos y los muertos tuvo una gran protagonista, la menor de la casa Stark, Arya (Maisie Williams), quien tras varias temporadas de duro entrenamiento terminó destruyendo al gran villano de «Game Of Thrones».
Durante el primer ciclo, Arya Stark, en su breve paso por «King’s Landing», tomó clases con la primera espada de Braavos, Syrio Forel (Miltos Yerolemou), quien le dejó una enseñanza que la llevaría el resto de su vida: «¿Qué le decimos al Dios de la muerte?», «Hoy no».
Fueron estas mismas palabras las que le recordó Melisandre (Carice Van Houten), en momentos en que los Caminantes Blancos habían cruzado los muros de Winterfell y tenían el combate prácticamente ganado. La Bruja Roja le recordó un encuentro que habían tenido mucho tiempo atrás, cuando le reveló que su misión era cerrar unos ojos marrones, unos azules y unos verdes.
Mientras Jon Snow (Kit Harington) intentaba inútilmente de enfrentar al Dragón Blanco, Jorah Mormont (Iain Glen) defendía a su amada Daenerys (Emilia Clarke) y el resto de personajes seguía defendiéndose de los muertos, Arya llegó de alguna manera hasta El Rey de la Noche justo en el momento en que éste sacaba su espada para acabar con Bran (Isaac Hempstead-Wright).
Arya se lanzó contra el líder de los Caminantes Blancos llevando una daga en su mano izquierda. Tras un tenso momento en que El Rey de la Noche la agarró firmemente del cuello, con clara intención de acabar con ella, la menor de las Stark dejó caer el arma, la tomó con su mano derecha y la clavó en el estómago del villano de ojos azules, terminando con su existencia y con la de todos los muertos que lo seguían.
Es así como Arya Stark, la niña que no quería ser una lady y que ansiaba convertirse en un guerrero, terminó siendo quien salvara «Westeros» de la peor amenaza que habían tenido. Ahora, sólo falta responder una pregunta para la pequeña Stark y que inquieta a los fanáticos de la serie: ¿serán los ojos verdes de Cersei (Lena Headey) los que les falta cerrar?