Celos, infidelidades, excesos y más, son algunas de las cualidades que definen a Horacio Moller, personaje interpretado por Gabriel Cañas en la teleserie nocturna de Mega. En esta entrevista con Fotech.cl realizó una evaluación de su paso por la historia que escribió Pablo Illanes, las dificultades de este rol, cómo se vienen los últimos episodios y sus futuros proyectos.
¿Cuál es tu evaluación después de un año y medio grabando Perdona Nuestros Pecados?
Súper positivo, fue la raja, súper buena experiencia. Fue positivo por varios aspectos, una porque creo que profesionalmente era súper difícil el desafío de aguantar tanto rato, porque las teleseries son, de una u otra manera, un ejercicio artístico de resistencia, de harto tiempo, de paciencia, de mantener la voluntad, el rigor y súper exigente. Entonces, ocho meses de una teleserie normal es cansador y aguantar todo ese rato, sin perder el rigor, ni las ganas y el estudio, era un desafío importante de aguantarlo. Yo y el gran porcentaje del equipo, desde el director, los productores y para abajo, lo mantuvieron, es lo más positivo que rescato de la teleserie completa. Otra es que también el personaje de Horacio se pudo desarrollar de una manera que me dio mucha alegría. Me da la sensación que con este personaje se me dio la oportunidad de terminar o llevar a cabo el fin de un proceso que llevaba haciendo que era de personajes que son más oscuros, muy contradecidos, con otra moral. Me había tocado el Chungungo, que era como un anti héroe; el Pedro de «La Poseída» que era el diablo mismo; en «El Regreso» me había tocado un personaje que era muy prejuicioso. Con este creo que pude terminar todos esos personajes que había hecho antes y hacerlos de una manera más humana, estaba contado desde muchas aristas y me dejó muy contento. Lo último, es que me hice amigos muy bacanes.
En ese sentido, ¿qué tipo de personajes te gustaría abordar de ahora en adelante?
Cualquier desafío que venga uno feliz, encantado. Pienso que el personaje siempre va a ser una excusa para hablar de otra cosa, como para trabajar algún concepto. Una forma que me gustaría abordar es algo que nunca he hecho, tal vez alguien mucho más tímido, menos extrovertido, menos expresivo, menos canchero.
Horacio pasó por distintos procesos durante toda la teleserie, ¿qué etapa fue la más difícil de interpretar?
La etapa de los celos. Eso creo que fue lo que más me costó, porque a mí me costaba mucho -cuando estudiaba- entenderlo, porque yo diseñé este personaje mucho más libre, menos moral, que no creía en las parejas y se fue decepcionando de la María Elsa, empezaron a llegar los celos y era como realmente que se diera vuelta en 180º de lo que yo creía que era Horacio. Eso me conflictuó mucho, en el hecho de justificar las escenas, en qué estado está este hombre para llegar a tener celos.
Ahora último lo vimos enterarse de que uno de sus hijos no es de él, ¿cómo fue preparar esa situación?
Son emociones y cosas que uno no ha vivido nunca, y que seguramente podría vivirla mil veces y siempre sería muy diferente. Son momentos súper poco sociables o planeables, no puedes planear cómo chucha hacer una escena así. Entonces, lo que más me quedó fue jugar con factores que pueden ser interesantes para el espectador, jugué con náuseas, jugué también el no entender, el shock, el no poder hablar, que se taparon sus oídos. Si ves la escena, traté de construir todo eso en pocos segundos.
La teleserie ha mantenido un público fiel durante este año y medio, ¿cómo has recibido tú las críticas y los comentarios en redes sociales?
Siempre es súper interesante ver cómo va reaccionando la gente a lo que uno ha planificado. Uno planifica las escenas y te pasas el rollo de lo que quieres lograr con cada una de ellas. Es interesante ver cómo es tan inmediato Twitter, el mismo foro de Fotech, hay varias plataformas para ir viendo in situ la reacción de la gente con cada una de las escenas. Es súper interesante, pero me llama la atención cómo lo han ido amando y lo han ido odiando, según los temas que voy tocando. Ahí uno también ve las cosas que más nos cuesta aceptar, como sociedad, los límites que tiene la moral de la gente.
¿Cómo se viene esta recta final para Horacio?
Viene como toda la teleserie, puras cagás. Eso te puedo decir.
¿Qué proyectos tienes para el futuro? ¿Sigues en Mega?
No, terminé mi contrato con Mega, ya no estoy ahí. Estuve pololeando con AGTV, también con Mega, pero voy a dedicarme a otras cosas este segundo semestre. Voy a hacer dos películas y voy a irme a un viaje de investigación, sobre la interculturización, me voy dos meses a China, Corea, Japón. Tengo giras de teatro con mi compañía, con «Mercury, la leyenda». Voy a estar en Holanda, México, Brasil. Con Mercury voy a estar en Ecuador, posiblemente en otros lugares de Latinoamérica. También estoy invitado a hacer una especie de magister en técnica vocal en Broadway a fines de año.
En el corto plazo, alejado de la pantalla chica entonces…
Sí, alejado de la pantalla chica hasta la próxima tanda de teleseries que se vayan a grabar, que seguramente va a ser marzo, abril, por ahí. Ahí se viene la segunda patita de llamados y nuevos proyectos.