Siguen surgiendo nuevos antecedentes respecto de la batalla legal que vive por estos días el hijo de la fallecida actriz luego de que presentara una querella por apropiación indebida en contra de Esperanza Silva y Catalina Saavedra, respecto del departamento y los bienes que habían en el inmueble donde vivía Castro junto a Alejandro Sieveking.
Quien habló ahora fue la nieta de Bélgica Castro e hija menor de Leonardo Mihovilovic, Daniela Mihovilovic, quien entregó su completo respaldo a las actrices, quienes además se hicieron cargo de sus abuelos durante los últimos meses. En entrevista con The Clinic aseguró que la intérprete que falleció en marzo de 2020 tenía unos diarios donde escribía gran parte de su día a día y dedicó varias páginas a su hijo.
La mujer aseguró que en estos documentos, Castro definió a Leonardo como una persona lejana, agresiva y con «personalidad esquizoide».
Según el relato de Daniela, vivió hasta el año 2000 junto a su madre y su padre en el departamento que actualmente reside Mihovilovic. «El 30 de abril del 2000 salimos arrancando con mi mamá del departamento y no volvimos más. Yo tenía 17 años y él (Leonardo) me había matado a palos casi. Ese día le rogué a mi mamá que nos fuéramos», confesó.
Respecto al hecho que alega el hijo de Bélgica Castro, a quien le negaron la visita a su madre cuando estaba enferma, Daniela reveló que ella motivó a que su padre se enfrentara a sus ex parejas e hijos.
“Fui yo quien no lo dejó ver a mi abuela. Este tipo es un abusador en el amplio aspecto de la palabra, que no te quede nada afuera. Todos los tipos de abuso que un hombre puede cometer los vivimos junto a él mientras vivíamos en el mismo departamento», aseguró.
Acusó, también, que «nunca nos dio pensión, a ninguno de sus tres hijos. Jamás se hizo cargo de su paternidad. Nos golpeaba a mí y a mi hermano, y también lo había hecho años antes con la mamá de mi hermana mayor. Yo fui una niña abusada sexualmente por él entre los 4 y 7 años, pero no lo conté hasta los veintitantos”.
La mujer de 37 años aseguró que nunca quiso hacer público los abusos que sufrió por parte de su padre, puesto que afectaría principalmente a Bélgica Castro y Alejandro Sieveking, sus abuelos. «Fue un gesto de respeto hacia ellos, y lo asumí como otro secreto familiar. Yo estuve enojada un tiempo con mi abuela, por saberlo y no hacer nada al respecto. Y me costó mucho, pero logré entenderla y perdonarla», explicó.
Sobre la demanda legal en contra de Esperanza Silva y Catalina Saavedra, Daniela cree que su padre busca sacar provecho porque sus abuelos «casi no lo hicieron parte de su vida, y él (Leonardo) habla desde ese resentimiento».
«Si estoy denunciándolo ahora, es por la versión que él ha dado en los medios, y que es una farsa. Solo está buscando su propio beneficio, como siempre. Si mi historia y todos los horrores que vivimos como familia junto a Leonardo sirven para demostrar que este tipo es un mentiroso y que sea declarado ‘indigno’ para recibir su herencia, entonces que se sepa todo», sostuvo.