Y acá va el comentario de la tercera noche festivalera:
Animadores: Eva Gómez con traje estilo «Lady Gaga» (parecía embutido) con un escote infartante. El Rafa con el mismo traje de novio de la primera noche. Eva se tuvo que comer una genial salida de Nancho Parra cuando, al ofrecerle el micrófono, le dijo “te presto el mío”. Además, exhibió problemas con el inglés al estilo «Lucho Jara» al interactuarcon los Jonas Brothers.
Miguel Bosé: Llegó un poco más rellenito y con una chaqueta digna de “Pepito TV”, pero en buenas condiciones considerando su edad (me gustaría llegar así a los 56 años). Al igual que en el 2008, su voz se notó desgastada, al punto que se apoyó demasiado en sus coristas. Pero la clase, la trayectoria y los años de circo se le notan a kilómetros de distancia. Un espectáculo profesional, sobrio, elegante y cuidado, a la altura de su estatus de referente de la música popular hispana, que prendió a todo el público, desde la alcaldesa a las fans de Jonas Brothers. Dio gusto escuchar sus entrañables clásicos de inicios de los 80, canciones que están en la Wikipedia personal de los que frisamos las cuatro décadas, revividas además con exquisitos arreglos. En particular, me gustaron “Don Diablo” en clave de reggaetón y “Creo en ti” en clave de bachata a lo Juan Luis Guerra. Además, generoso al hacer notables dúos con Pablo Alborán y Francisca Valenzuela, cuya performance en “Morena Mía” me pareció superior a la de Julieta Venegas en el disco “Papito”. Bosé es de esos contados artistas que ha logrado mantenerse vigente y en primera línea por más de tres décadas. Aparte de él, solamente Madonna, Luis Miguel y algún otro podrían decir eso. El Tetra Pack es muy poco para él. Hasta el momento, lo mejor del Festival. Y eso que le faltaron canciones.
Nancho Parra: Salió con el mismo peinado de los jugadores de la sub-20. Partió como avión, desbordando personalidad. Una rutina sumamente dinámica, rápida, efectiva y jugada, cargada al doble sentido y a la picardía, incluso con alusiones a la Iglesia Católica. Los números musicales fueron simpáticos y lograron prender al público. Era candidato a ser devorado, en especial después del show de Miguel Bosé, pero los que pronosticaban su debacle se tuvieron que entubar sus dichos. El chiste del conejo y la anaconda es un clásico del humor picaresco, y pasó piola. Lo de la Caperucita Roja al revés es lo más creativo que se ha visto en la Quinta en años. Recuerdo que Pujillay hizo algo parecido en 1990 con el “casamiento de negros” de Violeta Parra. Se ganó Tetra Pack, y los premios no fueron forzados. Dejémonos de tonteras: prohibirle el doble sentido a los humoristas en el festival es como mandar soldados a la Guerra del Golfo con arcos y flechas. Después de los viernes sin censura de “Mentiras Verdaderas”, el doble sentido llegó para quedarse, nos guste o no.
Competencia Folklórica: Chile (6,6) mejoró su nota de la primera noche. Si clasifica, es candidata seria a ganar; Colombia (6,6) mejoró notablemente la calificación. Es seria candidata si la chilena se cae; Perú (4,7) Subieron el rojo de la primera noche, pero salvo que los otros tres concursantes guateen demasiado, pueden ir despidiéndose de la final.
Competencia Internacional: Venezuela (5,3) Obtuvo mejor nota, pero está al borde de la cornisa; Chile (3,5) Debe ser la peor canción representante de Chile en la competencia internacional de la historia del evento. ¿Acaso no hay mejores canciones ni mejores cantantes para representar al país en su festival más importante? Hasta René de la Vega habría tenido un desempeño más digno; Estados Unidos (6,6) Luciendo un falsete de miedo, llegó a sacar aplausos del público. Gran candidata al primer lugar.
Jonas Brothers: Vi el comienzo del show, y más allá de la histeria de sus fieles “Jonáticas” y sus globos blancos, se notó un grupo musicalmente sólido y potente, que aspira a convertirse en una banda de rock adulta y trascender de su origen “Disney”. Definitivamente no son un invento de marketing, como los “A-Teens” o “RBD”, y pueden perfectamente aspirar a una carrera musical con todas las de la ley. Como era de esperarse, se llevaron el Tetra Pack.