Eros Ramazotti y Ana Torroja, dos íconos del pop mediterráneo, confirmaron su estatus de clásicos. Rodrigo González, por su parte, se la mandó a guardar a todos los agoreros y triunfó en grande.
Obertura: Los gags tipo intro del Oscar son las grata novedad del año. El de hoy fue divertido, con Ramazzoti de cómplice.
Conductores: Rafa de frac y Carola con escote infartante y look para bailar Charleston. Gran oficio, notable complicidad con Ramazotti y muy buen manejo de las emociónes con Rodrigo González y con Ana Torroja.
Eros Ramazotti: Un tipo con oficio y calidad. Una banda de acompañamiento sólida, donde destacó Dave Elitch, ex baterista de Mars Volta. La particular voz nasal de Ramazotti suena igual que en sus discos, lo que se notó en sus éxitos entrañables como “Otra como tú” y “Las cosas de la vida”. A estas alturas ya es un clásico del pop italiano. Un tipo que envejeció bien. Merecido el par de gaviotas. Además, tipo sencillo y livianito de sangre, como los grandes de verdad
Rodrigo González: Tenía cara de carne fresca para el monstruo, pero se echó al público al bolsillo desde el comienzo. La saga del stand up del Cachafaz iniciada por Jorge Alís y continuada por León Murillo sigue triunfando en Viña. Una rutina solidísima, graciosa, muy bien preparada, donde hizo gala de un oficio envidiable para alguien supuestamente sin experiencia televisiva. Se paseó por todos los temas, subiendo al columpio a Sebastián Dávalos hasta el cansancio. Merecidas gaviotas luego de una rutina espectacular, precedida de los malos augurios de los “especialistas” y la altísima vara dejara por Caroe el día anterior.
Ana Torroja: Salió poco antes de las 2 AM. Los que la trataron de fea por redes sociales la tienen metida adentro después ver su estupenda figura, su look a lo Yuri y Raquel Argandoña y sus piernas bien torneadas a los 56 años. Como era de esperarse, la mayor parte de su repertorio fue del grupo “Mecano”, para placer de los que somos seguidores de quizás el mejor grupo pop de habla hispana de todos los tiempos. Eso sí, me dio pena constatar el notorio desgaste de su otrora prodigiosa voz, ahora plagada de jadeos, desafinaciones y suspiros. La sentí más cómoda cantando sus temas solistas como “A Contratiempo” y “Hoy ya no te quiero” que entrañables clásicos como “La Fuerza del Destino”, “7 de Septiembre” y “Cruz de Navajas”. La banda que la acompañó era correcta y afiatada. Lo que si, creo que los nuevos arreglos no le hicieron justicia a las composiciones de los hermanos Cano. Además, faltaron un par de coristas potentes para cubrirle los “gallitos” a la española. El dúo con la mexicana Paty Cantú haciendo “Mujer contra Mujer” me dejó con gusto a poco. Bastante mejor “Duele el Amor” con Gepe tomando dignamente el lugar de Aleks Syntek (uno que tiene visita pendiente al Festival). También se llevó su par de gaviotas con entera justicia. Finalizó con “Hijo de la Luna”, “Barco a Venus” y “Me Cuesta Tanto Olvidarte”. A pesar de todo, un gran espectáculo por el que valió la pena trasnochar. Honor y gloria por siempre a Ana Torroja y a los geniales Nacho y José María Cano.
Competencia: En la internacional, pareja y de buen nivel. Sólido USA, jugando con la idea de la cárcel como en “Jailhouse Rock” de Elvis Presley; Australia, una versión de segunda mano de Adele; y Colombia, un débil tema playero. En el folklore, gran nivel, con las sensuales intérpretes peruanas, la canción de USA con mensaje político incluido por los 43 profesores desaparecidos en México y la rarísima canción chilena dedicada a Nelson Mandela.