En la noche inaugural, los monstruos estuvieron en el escenario. Solís y Montaner triunfaron como se esperaba, y Caroe se tituló de grande con un show memorable.
Obertura: Gran idea lo del gag de entrada. Muy bien hecho, de corte hollywoodense. El guiño a “Rápido y Furioso” era evidente, con la notable participación de Nicolás Massú. La obertura a cargo de los Power Peralta fue una alegoría sobre el rescate de los 33 mineros, al mejor estilo del Cirque Du Soleil. Los Peralta son de verdad, y bien se hubieran merecido una gaviotita.
Conductores: Rafa y Carola ya son compinches. Complicidad absoluta en el gag de inicio, y jugueteo de amigos traviesos en el beso. Dupla ultra consolidada, y con cuerda para rato. El corte abrupto a Caroe no se les puede cargar a ellos, pues en esos temas reciben órdenes.
Marco Antonio Solís: Entró arropado por una puesta en escena monumental, con una gran banda de apoyo que incluyó un grupo de cuerdas. Su mesiánica presencia le reventó el elástico de los chiteco a sus “damitas” nada más empezó a cantar. Solís es poseedor de un gran sentido del show, sabe darle al público lo que quiere. Un espectáculo variado, donde lo vimos bailando, tocando batería, haciendo un muy buen cover a la mexicana de “Yo vendo unos ojos negros”, haciéndole empeño a la bachata en un dúo virtual con Enrique Iglesias y cerrando con “Si No te Hubieras Ido” y “Más que tu Amigo”. Se ganó fácilmente las dos gaviotas. Un espectáculo notable.
Edo Caroe: ¡Menos mal que no iba a inmolarse! Una rutina satánica, corajuda y demoledora de principio a fin, que ingresó a la galería de las actuaciones memorables del evento, como la de Coco Legrand el 2005, la de Kramer el 2008 y la de Jorge Alís el 2014. No dejó títere con cabeza. Les pegó a todos, de todos los sectores (incluyendo al mismísimo Chilevisión) y no se ahorró adjetivos. Además, muy bien estructurada, con el video de inicio a lo Rocky con el cameo de Coco Legrand y la presentación de Oscarito. Se dio el lujo de hablar de Gramsci, Friedman y Platón, y hacer un descarnado análisis de la contingencia nacional. Tuvieron que darle la gaviota de plata a la mitad del show, y hasta la candidatearon a presidente. La entrega de gaviota de oro fue algo abrupta, con el equipo de Edo acompañándolo y sin darle la posibilidad de seguir. Quedó gran parte de su repertorio afuera, algo que solamente se puede decir de gente del nivel de los Rolling Stones, Elton John y Paul Mc Cartney. De seguro sabrán sacarle jugo a lo que quedó pendiente. En resumen, se podría decir que la rutina de Edo fue como Fabricio: dura, penetrante y gran parte quedó afuera. Si lleva a los Paya High, realmente la rompe. Caroe mejoró la marca que dejó en Olmué, se devoró al monstruo y a la clase dominante completa y le dejó la vara a la altura del Monte Everest al resto de los humoristas. Me alegro mucho por Edo, un tipo trabajador, pensante y talentoso, y por su equipo.
Ricardo Montaner: Por donde pecas, pagas. Después de años haciendo salir tarde a los artistas que venían después de él, ahora le tocó salir pasadas las 2 de la mañana. Se nota el paso de los años por el argentino-venezolano, en su cara y en su voz cada vez más “caprina”, al estilo del “Pollo” Fuentes. Al igual que Solís, vino apoyado por una gran banda y con repertorio infalible de clásicos del cancionero romántico en español y de temas de soundtrack de telenovelas. Además, se dio tiempo de insistir en la cruzada por la liberación de Leopoldo López en Venezuela, un pelo de la cola después de la orgía destructora de la clase dirigente desatada horas antes por Edo Caroe. Ya tiene dos Gaviotas más para su maleta de equipaje. Con esto, Montaner se sacó los balazos de su infortunada incursión como animador hace 11 años.
Competencia: En lo internacional subió el nivel este año. Muy buenas las canciones de México, Chile y El Salvador. En el folklore baja la chacarera argentina y de gran nivel Panamá y Colombia. Notables las puestas en escena de las canciones al estilo Eurovisión, una buena idea que ha perdurado en el tiempo.