Así se defiende Fernando Villegas frente al reportaje que realizó este medio de comunicación, en el que a través de más de 30 testimonios, puso en tela de juicio su comportamiento inadecuado y malos tratos en el ambiente laboral.
El escritor, ahora suspendido de sus labores como locutor de radio Agricultura, hizo sus descargos en conversación con el matinal «La Mañana» de Chilevisión. “Ellos saben perfectamente mejor que nadie que el asunto no tiene ningún fundamento porque llamaron al canal, hablaron con gente que trabajaba conmigo y que eran testigos de lo que yo hacía en el lugar más público de un canal, que es la sala de maquillaje, donde entra y sale todo el mundo».
Sobre su actuar, comenta que “lo que yo hacía era lo que hacen millones de chilenos, que es echar la talla y de repente piropear a una niña». Y cuestiona el método de investigación del semanario. «Eso fue lo que les dijeron y como a ellos no les interesa la verdad, sino que crucificar y vender cinco ejemplares más, y evacuar el fastidio que siempre me ha tenido esa gente, siguieron adelante sabiendo que no había nada más que eso».
Villegas también cuestionó a las mujeres que denunciaron su comportamiento obsceno diciendo que ellas “saben mejor que se limitó a eso (una broma, un piropo) y están reinterpretando estos hechos en función de la febrilidad feminista que existe ahora”.
Bajándole el perfil a toda la polémica, el ex panelista de Tolerancia Cero, finalizó la conversación expresando que no tenía nada más que decir ni valía la pena ahondar en el asunto porque el tema era tan insignificante como todo lo que hace The Clinic. “Tú puedes adjetivar como quieras una mirada, puedes subirte al bus del feminismo y sentirte que eres heroína y mártir del movimiento feminista. O sea, si el día de mañana resulta que un piropo es un pecado mortal, estamos sonados”, concluyó.