La periodista, que conversó con Jordi Castell en el programa “El Aperitivo” transmitido por el Instagram Live de @revista_velvet, contó que no va a poder tener más hijos con su marido Rodrigo y que le costó mucho asumirlo. Sin embargo, también habló de las enseñanzas que le ha dejado la maternidad y de la pérdida que sufrió el año pasado.
Fernanda Hansen, que por estos días se encuentra pasando la cuarentena con su marido y su hija Amalia, cuenta que está bien y que en este tiempo hay que mirarse para adentro, “bien, raya para la suma, bien, tocada por todo lo que está pasando, es súper heavy e intenso… un tiempo que es bueno ir para adentro, tratando de estar bien. He disfrutado mi teletrabajo, me han hecho reír, me han hecho llorar, soy súper entregada en el trabajo”.
La comunicadora dice que, a pesar de las ganas que tenía, no podrá tener otro hijo, “no voy a poder ser mamá de nuevo, es una realidad, y agradecida de que el universo me haya dado una y otra que está en el cielo que me acompañó un ratito. La vida es así, está todo el tiempo demostrándonos que uno no tiene el control de absolutamente nada, lo único que vale la pena es vivir lo que te toca vivir y abrazar lo que te toca vivir. Me dan ganas que Amalia tuviera un par para pelarme a mi cuando vieja”.
Cuenta que la pérdida de su última guagua es lo más difícil que le ha tocado vivir en su vida, “Yo creo que es lo más difícil que me ha tocado vivir, fue el año pasado, no quise que nadie supiera, es primera vez que lo estoy diciendo. Te preguntan tanto si vas a tener otro hijo, me hubiese encantado, pero no puedo, la ciencia no me lo permite. Me permitió ser mamá que ya es un milagro, una segunda guagua no se puede”.
Además agrega que, “la Amelita entra en categoría de casi milagro. Me descubrieron después de perder tantas guagüitas que hay una cierta cosa con Rodrigo que no, algo pasa, Amelita es una bendición, y eso agradezco después de haber pasado un proceso. Me costó, las cosas tienen que tener un proceso de maduración, es un tema súper silenciado en este país, me dan ganas que se visibilice más, el duelo perinatal. Si las experiencias de vida propia sirven de algo, que alguien más se puede nutrir, hay muchas mujeres que viven ese proceso perinatal muy en silencio”.