Luego de haber participado en “Pacto de Sangre”, Felipe Ríos vuelve a las teleseries y lo hará con un rol que aparecerá en el transcurso de “La Torre de Mabel”, telenovela nocturna de Canal 13 que está pronta a estrenar.
En la historia de ficción que se centrará en la reinvención femenina y en las aventuras y desventuras de un grupo de personas que comparten un colapsado edificio de Santiago Centro, el actor de exitosas producciones dramáticas como “La Fiera”, “Pampa Ilusión” y “El Circo de las Montini” interpretará a Pedro Briones, un detective que llegará a resolver varios temas al interior del mencionado inmueble.
“Briones es un ser humano correcto y muy bueno”, adelantó el actor sobre su papel en la teleserie que tiene a Matías Ovalle en la producción ejecutiva y a Caco Muñoz en la producción general, agregando que “es un personaje centrado en hacer el bien”.
Ríos detalló que “yo me basé en (Ned) Flanders de ‘Los Simpson’ para hacerlo, que es un buen ser humano, con muchos principios, que quiere mucho a la gente, que quiere mucho a los niños y que hace lo correcto siempre. Incluso saqué muletillas así como ‘perfectirijillo’”.
A lo anterior, añadió que “es un personaje con varias características especiales e inventé varias cosas. Como decía, en la sensación de correcto saqué a Flanders, y en su trabajo me inspiré en un personaje de inspector que hizo un actor muchos años atrás -en ‘Romané’- y que me encantaba porque era muy circunspecto y siútico para hablar, así que ahí fui mezclando dentro de la juguera de Felipe Ríos para hacer a este personaje”.
Acerca del look con el que se verá en la nueva telenovela prime de Canal 13, Felipe declara que “es bastante simple, pero tiene sus lentes y una boina que le dan su toquecito medio de Inspector Gadget”.
En relación a haber pasado de una historia en tono thriller como “Pacto de Sangre” a lo que será una comedia como “La Torre de Mabel”, el intérprete comentó que “este proyecto es muy de humor y a mí me encanta. Uno se lanza con todo en la comedia, pero los directores nos dosificaban y a medida que uno encontraba el personaje, la comedia fluía de manera orgánica. En ese sentido, uno no pensaba en hacer comedia, sino que la comedia salía sola porque el personaje ya es cómico desde cómo habla, cómo se viste, cómo se para y cómo gesticula, entonces me encantó la opción de hacer comedia”.