La noche de este jueves, en un nuevo capítulo de “De tú a tú”, Martín Cárcamo se trasladó hasta Llanquihue en la Décima Región, para conversar con el actor Felipe Braun, quien vive ahí desde el año pasado.
Felipe contó en el programa que la decisión de vivir en el sur fue una corazonada porque él tenía que hacer un programa para Canal 13, en donde tenía que viajar por Europa, pero llegó la pandemia y se truncó. Entonces, como para seguir con las vacaciones, se fue al sur con su familia, alargaron un tiempo más su estadía porque les gustó y decidieron quedarse ahí.
Su señora es arquitecto y habían conversado el tema de irse al sur, pero la pandemia adelantó todo. “Fue un proceso porque es dejar colegio, Santiago, amigos, familia, y encontrarse con otra vida. Con susto también de reinventarse porque las teleseries no son una posibilidad acá. Ahí me metí en este programa que se llama ‘Factor de Cambio’ (13C) que me tiene muy contento y como que me nutre de la televisión y lo que me gusta hacer, pero dejo las teleseries”.
Sobre esta esta nueva vida y la actuación, Braun comentó que “Me gusta la actuación y me sigue gustando pero también me gusta la comida y me gusta experimentar. Me di cuenta que soy súper bueno para estudiar. Cuando chico pensé que era muy malo porque en el colegio no me iba bien. Me iba súper mal. Tenía dislexia por lo que me costaba aprender. Me di cuenta que mi forma de aprender no era la misma que la del resto. Hasta el día de hoy no entiendo igual que el resto. En una charla grande no voy a entender igual que los otros. Me es más fácil leer y practicar. Por eso la escuela de teatro se me hizo tan fácil, porque el tema de que no hubiera un profesor de pie dando la lata todo el rato, me lo hizo fácil”. Señalando que “a los 50 soy bueno para cuidar animales”.
En cuanto a sus relaciones, Felipe confiesa que tuvo un pololeo largo cuando chico. “Cuando empecé a ser actor, terminé con ella”, todos ríen pero él aclara: “ella terminó conmigo. No le gustó el mundo. Ella es amiga mía hasta el día de hoy, la adoro. Somos muy amigos”. Ella, que estudiaba Arte, lo fue metiendo en esa área, cuando él estudiaba Comunicación Social. Él recuerda que siempre ha ido mucho al teatro y le entró la idea de ser director, pensando en que era más fácil. Dio el examen para entrar a la Escuela de Gustavo Meza y quedó. “Ahí me di cuenta que ser director es imposible, mucho más difícil. Hasta el día de hoy veo que es imposible. En cambio, actuar se me hizo más fácil. Me gustó”.
El actor cree que no es galán. “He tenido época de actor protagónico dónde he hecho de galán, pero no ha sido la mayor parte de mi carrera. La primera parte de mi carrera hice de estudiante flacuchento, después hice ‘Machos’ y ahí comenzó a cambiar un poco la cosa, pero tampoco hice de galán típico. La actuación, y en especial la televisión, es traicionera porque en un minuto te quieren y te adoran, y al otro minuto no. Y si tú crees que eres tú el que está ahí te pega porque pasas a ser el malo, el feo, y no puede pasar por ahí. No conozco a ninguno que no haya pasado por un momento malo”.
Reconoce que la fama igual le pegó, cuando era joven. “Los primeros años porque éramos muy jóvenes, 21 o 22 años, y éramos muy famosos. Salíamos a una discoteque y quedaba la embarrada. Era muy loco, muy raro. Tú te distorsionas un poquito”.
“Me encerré mucho. Tuve una relación súper seria, súper encerrada, y dejé de vivir como una persona joven. Vivía como un casado, tratando de exponerme lo menos posible, de estar con gente lo menos posible. Creo que me afectó bastante”, esto fue a los 24 años y se refiere a la relación que tuvo con la actriz Amparo Noguera.
“Teníamos una vida muy seria. Además de que era de muy mal gusto ser actor y disfrutar de la fama. Entonces uno trataba de hacer todo lo posible por ser sobrio. Y eso es poco auténtico”. Reconoce que era muy chico y que tenía muchas responsabilidades porque se tomaban muy en serio la relación. “No me arrepiento de nada. Siento que fueron momentos súper bonitos. Haber estado con una gran actriz me enseñó mucho en la vida. A entender la actuación desde otro lado, lo que significa una vida de un actor, además de venir de una familia de actores. Tito Noguera es hasta el día de hoy, una persona a la que yo admiro mucho”, indicó.
Después Felipe estuvo con Sigrid Alegría. “Fue más corta. Le tengo mucho cariño. Muy buena onda Sigrid. Cariñosa y era mamá, entonces conocí mucho la maternidad de ella y cómo era tener un niño en la casa”.
Con María Elena Swett pololearon varios años y vivieron juntos, luego se casaron. Se conocieron en “Machos”. El actor señaló que pasaban mucho en la playa, en Tunquén. Recuerda que era una época de mucha carga de trabajo y mucha farándula. Afirma que nunca vio mucha farándula por lo que no era consciente que en los programas de espectáculos hablaban de él y de su relación.
Sobre su quiebre con la protagonista de «100 Días para Enamorarse», Felipe indicó que “Después de una separación hay cosas que tiene que ver con la relación, muy personales, por cierto, pero que obviamente uno siente que no cuadraban, y sigo pensando igual. Pero también con mucho cariño muchas cosas. Y hablo mucho con la Mane, somos bien amigos y conversamos mucho de eso. Hace poco hablamos de eso”. En cuanto a su matrimonio, añade que “Mi relación terminó mucho antes del escándalo. Un año antes. Y un año después empieza a quedar la embarrada y comienzan las especulaciones, en fin, todo lo que pasó. Entonces para mí era muy desconectado”.
El conductor le consulta si en ese tiempo él hablaba con Mane. “Sí porque hubo temas delicados por lo que conversamos mucho. Y también mucho con mi señora porque yo ya estaba con ella. Sofi estuvo muy cerca de todo. Por eso te digo que fue súper loco, porque la gente sentía que había pasado ahí…bueno es lo que pasa con estos programas, que empiezan a levantar lo que parece interesante en el momento que sea, no es noticia, es lo que encontraron y vamos para delante”.