La popular serie estadounidense “Friends” marcó la vida de millones de personas a nivel mundial al criticar mediante el humor los hechos más trascendentales entre 1994 y 2004. La historia contaba las desventuras en el amor, trabajo y vida de seis amigos veinteañeros: Rachel, Phoebe, Monica, Joey, Ross y Chandler, en Manhattan, Nueva York.
«Friends» fue uno de los sitcoms más vistos en la historia: logró una audiencia de cincuenta y dos millones de espectadores por capítulo en Estados Unidos. Hoy, varias personas que crecieron viendo esta producción, se declaran viudos de ella y cada vez que vuelve a ser emitida el rating está asegurado. Pero, los millenials, al parecer, no piensan igual.
Según un artículo del diario británico The Independent, las nuevas generaciones, quienes forman parte de los nuevos estándares sociales como la igualdad e identidad de género, rechazan la forma de tratar estos temas dentro de la serie, quienes la han calificado de sexista y homofóbica.
Por ejemplo, las críticas van hacia cómo Chandler, el personaje de Matthew Perry, tiene miedo de que piensen que es homosexual porque su padre es travesti, o cómo Ross, interpretado por David Schwimmer, reacciona ante la relación amorosa entre Carol, su ex esposa, y Susan. En la publicación, también se puede apreciar los cuestionamientos por decir que leer poesía puede convertir a un heterosexual en gay.
Por otra parte, Rachel, rol de Jennifer Aniston, fue culpada de acosar sexualmente a su asistente y por contratarlo sólo por su figura; que Monica, ejecutada por Courteney Cox, fue criticada por ocultar su pasado con obesidad. Los millenials han asegurado que la serie sobrepone los cánones de belleza impuestas por una sociedad machista.