El guitarrista confesó recientemente en la TV británica, que «casi pierde la vida» en mayo pasado, producto de los severos e inesperados problemas de salud que lo aquejan hasta hoy.
Una de las figuras más influyentes de la aclamada banda musical «Queen», llamó la atención este martes en entrevista con el programa «Good Morning Britain», al desclasificar lo riesgoso que fue el ataque cardíaco sufrido en el mes de mayo pasado, acompañado de una hemorragia estomacal y una lesión de trasero.
May contó que al llegar al hospital, el equipo médico le detectó tres arterias absolutamente bloqueadas, por lo que fue ingresado a urgencias, donde le pusieron tres «stents» (tubos cortos de malla de alambre que actúan como un andamio para ayudar a mantener una arteria abierta).
«Fue bastante malo, y las complicaciones que vinieron después fueron bastante malas», agregó al relato. «Ha sido una gran montaña que escalar para recuperar fuerzas, pero se ha convertido en mi nueva religión, de verdad. Solo hago ejercicio, hago mi rehabilitación cardiovascular todos los días», comentó.
Sin embargo, otra de las grandes afecciones que han tenido al guitarrista de «Queen» en cama, fue una complicada hemorragia estomacal. «Perdí una gran cantidad de sangre de una sola vez y simplemente fui aniquilado. No podía moverme. No podía caminar», sostuvo, añadiendo que pasó «un mal tiempo por todas partes… fue un catálogo de desastres, también tenía ciática. No estoy muy seguro de cómo lo conseguí», reconoció.
Antes de finalizar, el ex colega del fallecido Freddie Mercury advirtió que sus dolores fueron realmente «insoportables», por lo que ni él ni si cardiólogo descartan que pudo incluso haber sufrido de coronavirus.