Mañana, después del penúltimo episodio de «Amar Profundo», debutará por las pantallas de Mega la nueva apuesta del área dramática: «Hijos del Desierto». La ficción gira en torno a dos hermanos separados de niños, que se reencuentran años después en un adverso escenario.
En ese contexto, este lunes Fotech.cl conversó con Gastón Salgado, quien da vida a Pedro Ramírez, uno de los personajes principales de la historia. En la instancia, el intérprete nacional explicó cómo ha sido experiencia, teniendo en cuenta que es la primera teleserie en la que participa, y con un papel protagónico.
«Es un personaje bien contradictorio porque si bien es un bandido, es un personaje bien noble, es como un Robin Hood que le roba a los ricos para entregarles a los pobres y sobre todo, ayudando a los niños (…) Es un personaje bien bonito, bien interesante», explica de entrada.
Consultado por las comparaciones con «Peaky Blinders», serie inglesa de BBC, Salgado reconoce que efectivamente es una fuente de inspiración, mas no una réplica, y que la historia también está basada en otros títulos como «El Padrino» y «Érase una vez en América». «Claramente aquí hay una historia chilena, muestra parte de la historia chilena, los personajes son típicos chilenos. Claro, tiene una referencia, pero no es una copia. Se cita, como el cine se cita a sí mismo», señala.
Sobre su relación con el resto del elenco, Salgado asegura que se llevan «súper bien» y que antes de comenzar a grabar, los actores que son parte de la banda de Pedro se juntaron. «Intentamos generar una onda, una complicidad y eso se vio reflejado en el trabajo que se fue dando en las grabaciones», indica.
Con respecto a su salto a las teleseries, teniendo en cuenta que es su primera, el actor asegura estar agradecido. «Yo nunca había hecho teleseries porque nunca me habían ofrecido un proyecto que realmente me resonara emocionalmente», confiesa. Sin embargo, cuando se enteró que Rodrigo Cuevas estaba involucrado en la elaboración del guion decidió leerlo. «Fue una historia muy potente, yo la leí y me conmoví», revela.
De igual forma, sostiene que grabar una teleserie es mucho más demandante en comparación a otro tipo de producciones. «Generalmente en las películas o series uno graba cinco o seis escenas, aquí grabamos trece o catorce, entonces se exige que el trabajo del actor sea de mucha memorización, de estar muy presente, muy activo, siempre estudiando», admite.
En el contexto de las teleseries, Salgado hace hincapié en que el amor tiene un especial protagonismo. «Efectivamente los dos nos enamoramos de la misma mujer, entonces creo que eso le da la pasión, este condimento que a la gente le gusta ver estos triángulos amorosos (…) En el transcurso de la teleserie hay mucha acción, intriga, pero también hay romance, que yo creo que es fundamental para que la gente se identifique también con los personajes», explica.
Además, opina que Eloísa (María José Weigel) se interesa en el bandido porque ambos comparten un origen humilde y empatiza con él. «Al principio se asusta un poco, porque Pedro es un delincuente, una especie de gánster que tiene gente trabajando para él , pero después se da cuenta que no es una persona mala, que es un personaje noble que ayuda a la gente pobre, que tiene un pasado muy duro, muy traumático y finalmente eso condiciona su presente», dice
Cabe recordar que tanto Salgado, como Weigel y Michael Silva debutan en telenovelas, siendo los dos primeros con papeles protagónicos. «Ingrid (Cruz) nos ha ayudado mucho como entender este lenguaje, lo que es necesario. Ha sido una muy bonita experiencia y estamos aprendiendo (…) Con María José y Michael (Silva) al principio estábamos un poquito más tiesos y ahora nos soltamos, nos relajamos y cada vez lo pasamos mejor», revela.
Con relación con su preparación y construcción de personaje, explica que leyó el guion y algunos libros sobre la marginalidad infantil. «Yo cuando era niño perdí a un hermano, mi mamá perdió a su primer hijo entonces todo el material y esos antecedentes bibliográficos a uno lo ayudan conectarse de una manera más real, correcta, más verosímil a los personajes, y más íntima», indica.
En ese sentido, reflexiona acerca de la gran diferencia que hay de su personaje de «El Reemplazante», llamado Claudio, con el actual de «Hijos del Desierto». «Yo creo que el Claudio era mucho más perverso, era malo, era narcotraficante, tomaba a los cabros chicos (sic) para trabajar, tenía una ética profesional, tenía a su abuelita trabajando; yo creo que era un villano, yo creo Pedro no es un villano, es un Robin Hood, un ladrón», señala.
En ese aspecto analiza que Pedro está traumatizado. «Vio el asesinato de sus padres, de su pares, familia, vecinos. Ese es el punto de partida, la Matanza de Santa María donde mataron a tres mil mineros. Creo que ese es el punto de partida de este personaje, que es lo que le da la humanidad y pese a todo eso, él es una buena persona, es una persona noble que lo que hace, lo hace por los niños, por la gente pobre, no lo hace por él», agrega.
Para finalizar, revela que, pese a no ser malo, su rol se vuelve ambicioso, lo que lo puede hacer ver como villano. «Quiere salir de ahí. Entonces ahí también el personaje empieza a convertirse en este… No sé si villano, pero empieza a tantear ese terreno de la ambición, de sentirse más poderoso, de tener más poder adquisitivo, de vestirse mejor, de tener un mejor auto… Eso lo humaniza, pero también lo vuelve un poquito más perverso», manifiesta para concluir.
Ahora sólo queda esperar a este martes por la noche para que «Hijos del Desierto», ficción nocturna de época, se estrene por las pantallas de Mega.