El artista fue el protagonista del último episodio de «Urbanos», de TVN. En la instancia, conversó con María Luisa Godoy sobre diversos aspectos de su vida, llegando incluso a revelar cuáles han sido sus peores momentos.
Carlos Raín Pailacheo, mejor conocido como Pailita, recordó su infancia y las dificultades que pasó su familia por un problema de adicción a las drogas que su hermano mayor tenía. Incluso, indicó que su familiar actualmente está cumpliendo una condena en la cárcel.
Consultado por si consume algún tipo de sustancia de manera recreativa, el cantante de 22 años explicó que no le gusta y prefiere mantenerse alejado de ellas «por decisión propia», teniendo en cuenta todo lo que vio en su infancia en su núcleo familiar. “Ni siquiera me gustaba el olor, ni el humo”, expresó.
“Fue una infancia muy triste. Nunca fuimos felices… Para qué te voy a mentir, nunca fuimos felices como familia”, le aseguró a Godoy, acotando que, si bien hubo “momentos” alegres, los problemas con su hermano y las drogas siempre prosperaron.“Fue un proceso y bueno, porque me dejó como ejemplo de que eso no estaba bien. Desde niño me di cuenta de lo que era bueno y lo que era malo. De ahí escogí mi camino”, manifestó.
Asimismo, Pailita reconoció que lo ocurrido con su familiar ha sido lo más complejo que ha tenido que enfrentar en su vida. Incluso, recordó que en determinado momento tuvo que dar un show en Punta Arenas, ciudad donde creció antes de vivir en Santiago. “Me acuerdo que fui a mi casa y lloré, no paraba de llorar. Lloraba, lloraba y lloraba… porque me acordé de todo”, reveló.
“Cuando chico decía ‘ya, no importa, hay familias que la están pasando peor y salieron adelante, ¿por qué no podemos salir adelante?’. Pero sí, la pasé súper mal… es que ver a un hermano metido en eso (…) Para un niño es súper complicado ver eso”, agregó el artista.
Finalmente, el intérprete de «Na na na», que mostró su hogar en pantalla para el programa, reconoció desde su habitación que, por lo vivido, le pone especial atención a los niños. “Yo lloraba mucho cuando niño (…) A veces no comía, a veces no dormía. A veces, a las 4 de la mañana de la nada, ¡pah! problemas en la casa, las drogas, pandillas llegan con cuchillos… y un niño… ¿qué podía hacer yo, siendo un niño?, no podía hacer nada”, recordó.