En estado de shock. Así quedaron los asistentes que concurrieron al estreno del “Leaving Neverland”, el documental presentando en el marco del festival Sundance, que relata nuevas acusaciones de abuso en contra del cantante Michael Jackson por parte de dos niños de entonces 7 y 10 años. Los afectados, hoy en la treintena de sus vidas, entregan sus testimonios sobre las ‘prácticas’ que la superestrella les infringió en su rancho hasta los 14 años.
El material, dirigido por Dan Reed, de cuatro horas de duración, se centra en los testimonios de Wade Robson y James Safechuck, quienes relataron, entre otros aspectos, que el cantante les ofrecía joyas a cambio de actos sexuales, y que incluso llegó a organizar una boda simulada, con votos y anillo de diamantes de por medio, con uno de ellos.
John Cooper, director del festival, mientras presentaba la producción advirtió a la concurrencia que en el vestíbulo del lugar habría profesionales de la salud mental para quienes necesitaran asesoría.
La proyección se dividió en dos partes y a la salida de la primera, los periodistas y críticos hicieron comentarios sobre la intensidad emocional del trabajo. Algunos de ellos se referían al rey del pop como “un demonio, un depredador y un monstruo”. David Ehrlich, de Indieware, dijo que iba a “necesitar 400 duchas para volver a sentirse limpio”.
En tanto, el resto de la audiencia salía de la sala claramente consternada. Uno de los espectadores escribió que “independiente de lo que pensabas que sabías, el contexto de esto es más perturbador de lo que te puedes imaginar”.
Los protagonistas del documental, que se encontraban presentes en la sala y subieron al escenario terminada la proyección, fueron ovacionados por el público y respondieron preguntas además de dar su opinión sobre el resultado de la investigación en curso.
Mientras, a la salida del recinto, se apostaron algunos fans del artista con carteles que negaban las acusaciones contra Jackson.