En el último tiempo, la vida profesional de Tita Ureta ha sido vertiginosa. La comunicadora se ha pasado de viaje en viaje para los capítulos de “La Ruta Verde” y “La Ruta del Agua”, los programas que conduce y son emitidos por Mega. Pero además, suma a su vida personal, el espacio de una mujer que, a mediados del 2022, se casó con su amor de años, Spiro Razis.
“Desde noviembre que estoy viajando sin parar, salvo durante Ruta Verde, que me toca visitar un país por mes y ha sido súper intenso. Siento que estoy creciendo profesionalmente y aprendiendo a trabajar como equipo”, explicó la también influencer entrevistada por LUN.
Por lo mismo, Tita Ureta intenta sacarle lustre a cada oportunidad que se le presenta para estar junto a su marido. “Trato de llevarlo lo más que puedo, pero Spiro considera que mi trabajo es mi trabajo y el romance es aparte”, comentó.
Este viernes fue una de esas ocasiones: participó en un evento de Falabella Retail vendiendo parte de su closet y el de Razis, quien, por supuesto, la acompañó para compartir en pareja.
“Este año nos preocupamos de juntarnos harto. No pasamos más de dos semanas sin vernos. Yo la echo de menos, ella me echa de menos y tratamos de juntarnos”, expresó al matutino el reconocido skater.
Y ahora que la periodista tendrá días libres, la pareja se irá de vacaciones a Costa Rica, el país donde celebraron su matrimonio de manera íntima. “Spiro está orgulloso de mí y yo también estoy orgullosa de él”, confidenció la animadora.
Amor de infancia
Una historia de amor que para la también deportista comenzó a los 12 años, cuando, estando con su padre y hermano comiendo en un restaurante en Bariloche, vio entrar al lugar a un joven y bronceado surfista, del que inmediatamente quedó prendada.
«Había una vez una niñas de doce años (…) que vio a entrar a un hombre deportista que se preparaba para una competencia. Al otro día lo fue a ver y desde ahí le siguió los pasos hasta hoy», contó en su momento la comunicadora sobre el flechazo de juventud y los diez años que pasaron para volver a reecontrarse y culminar el romance con una argolla en sus dedos. «Es un hombre generoso, libre, paciente, observador y que me inspira día a día. Saca lo mejor de mí«, comentó llena de felicidad.