En marzo llegará a las pantallas de Canal 13 “Secretos de Familia” y como en toda producción dramática, el amor será clave y en este 14 de febrero, Día de los Enamorados, adelantamos 5 parejas de esta telenovela que llamarán la atención.
1. El amor romántico de Elena y Martín (Daniela Ramírez y Álvaro Rudolphy)
Elena Valdés (Daniela Ramírez) es una mujer que se fue a los 18 años de Chile y se convirtió en pediatra en Madrid. Ahora vuelve al país porque su hermana Sara (Florencia Berner) desesperadamente se lo pide. Sin embargo, a su llegada la encuentra muerta, empezando, así, la búsqueda por llegar a la verdad de lo que fue un asesinato.
En medio de esa búsqueda, Elena conocerá a Martín (Álvaro Rudolphy), un agrónomo que mantiene un litigio judicial con el abuelo de ella, el doctor Octavio Cruchaga (Francisco Reyes), a quien culpa de la muerte de su mujer, quien falleció tras dar a luz a su hija Jacinta (Aurora Espinoza).
Por su parte, Martín es un ser noble y que busca sólo justicia, por lo que a él le complicará vincularse con la nieta del hombre al que odia, y Elena deberá enfrentarse a que él es el hermano de Nicolás (Pedro Fontaine), el primer sospechoso del asesinato de su hermana. No obstante, el amor será más fuerte y nacerá entre ellos algo muy potente, todo esto a pesar también de que ambos no han querido tener relaciones en los últimos años, él desde que enviudó y ella por su forma de ser más libre y moderna.
“Lo de ellos es especial y único, y se enamorarán sin importan las consecuencias de que se unan. Será un amor genuino y del bueno”, adelanta Álvaro Rudolphy, mientras que Daniela Ramírez destaca que “lo que pasa entre estos personajes es algo muy bonito, se enamorarán de verdad, pero las circunstancias y el entorno de ambos hará que las cosas entre ellos no sean fáciles”.
2. El amor maduro de Octavio y Oriana (Francisco Reyes y Katyna Huberman)
Octavio (Francisco Reyes) es el patriarca de los Cruchaga, un médico que se ha dedicado a su clínica de fertilidad, la misma en donde hace algún tiempo conoció a Oriana Muñoz (Katyna Huberman), una enfermera 25 años menor que él. No obstante, el amor tocó la puerta de ambos. Él viudo y ella soltera, comenzaron una relación y se terminaron casando.
Oriana ama profundamente a Octavio, pero ha sido extraño llegar a la casona en Pirque de este hombre y ser la madrastra de tres hijos que tienen su misma edad, Raquel (Mariana Loyola), Alfonso (Nicolás Saavedra) y Gerardo (Álvaro Gómez). Ella sólo consigue llevarse bien con el menor de ellos. En todo caso, ella es paciente y cree que pronto se ganará el cariño de todos.
El gran sueño de Oriana es ser madre. A los 38 años congeló óvulos y como su marido es experto en fertilidad, cree que todo resultará más fácilmente. Sin embargo, ese camino será bien complejo. “Es un amor bien particular el de ellos, ella es una mujer paciente y debe tolerar a la familia de Octavio, y también luchar por ser mamá a una edad en que es muy complicado”, detalla Katyna Huberman.
«Octavio es un hombre especial, que quiere mantener el poder que siempre ha tenido y su mujer ocupa un espacio importante en su vida y él la quiere, obviamente, pero no sé si necesariamente está entre sus prioridades y eso, claramente, puede traer muchos problemas”, comenta respecto a esta historia amorosa Francisco Reyes.
3. El amor pasional de Gerardo y Fátima (Álvaro Gómez y Celine Reymond)
Gerardo Cruchaga (Álvaro Gómez) es médico y lleva una vida intensa y al límite. Es adicto a la drogas y el alcohol y siempre le ha ido muy bien con todas las mujeres que ha querido tener para él. El punto es que, hoy separado, puso sus ojos en una mujer prohibida: Fátima Manzur (Celine Reymond), nada más ni menos que la esposa de su hermano Alfonso (Nicolás Saavedra).
Si bien Fátima está enamorada de su marido, su vida sexual con él no es buena y por eso se dejó llevar por la pasión y comenzó una relación extramarital con Gerardo. Juntos lo pasan muy bien y dan rienda suelta a sus deseos más ocultos, aunque, claramente, viven en constante riesgo de que los puedan descubrir y se desate una tragedia familiar.
“Gerardo es un tipo relajado, que sólo buscarlo pasarlo bien y dentro de eso es el amante de su cuñada, en una relación marcada por lo sexual”, declara Álvaro Gómez, a la vez que Celine Reymond señala que “Fátima ama a su marido, pero está aburrida a su lado, lo encuentra fome en el plano íntimo, en donde no pasa mucho y por eso mira para el lado y tiene esta relación al límite con su cuñado”.
4. El amor oculto de Raquel y Enzo (Mariana Loyola y Hernán Contreras)
Raquel (Mariana Loyola) es la fría, conservadora y dura hija mayor de Octavio (Francisco Reyes), quien enviudó hace muchos años y que en la actualidad mantiene un vínculo amoroso secreto con un hombre menor, el médico Enzo Zúñiga (Hernán Contreras).
Este romance, eso sí, es en extremo oculto, ya que así lo desea ella. En el fondo, todo indica que a Raquel, más allá de la diferencia de edad, le complica que Enzo sea de menor condición social.
“Raquel vive por el qué dirán y por eso mantiene este romance en lo clandestino, debido a que si lo oficializara, sería terrible para ella y para su entorno”, destaca Mariana Loyola, mientras que Hernán Contreras agrega que “ellos están bien así, lo pasan bien y se acompañan, pero nada es para siempre”.
Cuando Elena (Daniela Ramírez), la hija mayor de Raquel llegue a Chile, Enzo la conocerá y se sentirá atraído por ella, marcando una nueva etapa en su vida: querrá estar con ella, pero ¿qué pasará con Raquel? Se enfrentará al dilema de tener su corazón dividido entre la madre y su hija.
5. El amor libre de “Cristóbal” y “Julieta” (Rodrigo Walker y Romina Norambuena)
En Pirque, en donde transcurre esta historia, destaca un pub de propiedad de los primos Alfonsito (Simón Pesutic) y Cristóbal Cruchaga (Rodrigo Walker).
Cristóbal vive “arriba de la pelota”, le gusta disfrutar la vida y en medio de ese escenario acepta tener una relación abierta con Julieta (Romina Norambuena), la DJ del local. Eso sí, a la larga se dará cuenta que no es tan abierto de mente como él creía y le terminará molestando que Julieta se involucre con otros hombres también.
Por su parte, Julieta no cree ni le gusta la monogamia y producto de esa forma de ser también ha pasado a ser influencer. En redes sociales, por ejemplo, sube osadas fotografías.
“Julieta es una mina relajada, que goza la vida y así también se vincula con los hombres, aunque Cristóbal es especial para ella. Sin embargo, no imagina cómo él puede llegar a actuar producto de los celos”, adelanta Romina Norambuena, a lo que Rodrigo Walker añade que “Cristóbal y Julieta van a representar a una muchas parejas que hoy viven relaciones abiertas, pero una cosa es decirlo y otra cosa es enfrentarla como tal, y todo eso se verá en ellos”.
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