Uno de los personajes que quedó fuera de la nueva temporada de la teleserie de Mega fue el del mejor amigo de Tomás (Matías Oviedo). Dentro de las últimas escenas en las que apareció dejó en claro que se recuperaba satisfactoriamente del balazo que recibió de parte de Eliana (Francisca Gavilán).
A solo días del salto temporal de «Verdades Ocultas», Emilio Edwards se refirió a la abrupta salida que tuvo su personaje Nicolás. «Me siento muy agradecido de haber participado en ‘Verdades Ocultas’. Me nutrió mucho como actor, porque me permitió tener la experiencia de un personaje de largo aliento, un personaje que tiene historia, que tiene pasado, el cual compartí con la audiencia», comentó el actor a Tiempo X.
Pese a que su personaje protagonizó diversas tramas dentro de la historia, una de las que más impactó a la audiencia fue el haber declarado su amor a su mejor amigo. «Esto se trató de una manera muy sutil y profunda, porque no era sencillamente que a él (Nicolás) ahora le gustaban los hombres. Se enamoró, exclusivamente, de su amigo. Y no tenía que ver con que era hombre o mujer. Es que se enamoró de él y de alguna manera se dio cuenta y lo asumió», explicó.
Esto dio paso a que Edwards recibiera múltiples mensajes en redes sociales por parte de hombres que habían vivido una situación similar. «Esto pasa bastante hoy día entre hombres, mujeres y agradezco mucho haber podido atravesar estos contenidos y estos temas por medio de este personaje. Es algo que impactó un montón, sobre todo al público joven. Para mí es muy grato poder, de alguna forma, hacer que la gente se identifique y representar esto con delicadeza, sutileza», afirmó.
Sobre su ausencia en el salto temporal de «Verdades Ocultas», el actor aseguró que «Nicolás existe en los 25 años más, pero no se ve, no está presente. Hay decisiones de producción que son así y uno las entiende».
«Me hubiera gustado que fuera distinto. Sin duda me encantaría haber sabido qué hubiera pasado, haber tenido un personaje en el salto temporal, pero mi hija era mujer (Sofía). Quizás pude haber tenido un hijo perdido por ahí, con alguna de las pololas de Nicolás. Uno nunca sabe. Más de una persona me lo propuso», agregó.
A la hora de imaginar dónde estaría su personaje 25 años después, Edwards planteó su propia teoría: «Nicolás montó su propio restaurant, se distanció, quizás, de Tomás o aceptó una amistad, pero de alguna manera no se pudo llevar a cabo una relación entre ellos».
«Él armó su restaurant, su línea, su gente, su equipo… A su hija la ayuda en su educación, su crecimiento. 25 años después, él está viviendo en la playa, en una sucursal de su nuevo restaurant, en una playa del sector del litoral central y vive feliz con su perro y practica el poliamor», cerró.