A través de una columna de opinión en The New Yorker, reveló que sufrió dos aneurismas en los primeros años tras sumarse a la serie de HBO.
Complicados momentos fueron los que vivió Emilia Clarke tras haber sido aceptada para interpretar el papel de Daenerys Targaryen en «Game of Thrones». Esto porque, en primera instancia, tras terminar las grabaciones de la primera temporada comenzó a ejercitarse para estar en mejores condiciones para el nuevo ciclo. Durante su entrenamiento en un gimnasio al norte de Londres, sufrió un grave aneurisma cerebral.
Tras llegar a un hospital de la zona, los especialistas le indicaron que había sufrido un derrame cerebral causado por una hemorragia en el espacio que rodea al cerebro. «Como supe más tarde, aproximadamente un tercio de los que sufren un aneurisma mueren inmediatamente o al poco tiempo», indicó en el artículo. Agregó que «para los que sobreviven, es necesario un tratamiento urgente para sellar el aneurisma, ya que existe un riesgo muy alto de una segunda hemorragia, a menudo mortal».
Durante las primeras dos semanas tras el accidente, la rehabilitación no fue fácil. Ejemplo de ello es que una enfermera le preguntó su nombre y no supo recordarlo. Los médicos le indicaron a Clarke que sufría afasia, un trastorno del lenguaje que derivaba del trauma cerebral que había sufrido con motivo del aneurisma.
Cuando pensó que el mal momento había pasado, fue tras el fin de la tercera temporada que le diagnosticaron un segundo aneurisma más pequeño en otro lugar del cerebro. Situación que también logró revertir.
«Me quedé callada por algo que me ha pasado durante unos cuantos años. Realmente, me encantaría escuchar lo que piensan… Me encantaría escuchar sus historias…es por eso que empecé esto», dijo la actriz
Recordemos que la última temporada de «Game of Thrones» se estrena el próximo 14 de abril en HBO.