Llamó la atención la cuasi cadena nacional de la TV abierta chilena a propósito de la cobertura del paso del huracán “Irma” por Miami. Más que la espectacularidad propia del evento y la discusión respecto al “cambio climático” negado por Donald Trump, creo que la amplia colonia farandulera chilena en el estado de Florida (Iván Zamorano, Douglas, Ana Sol Romero, Chavito, Giancarlo Petaccia, etc) hizo que los canales pusieran su atención en este acontecimiento. Sin embargo, fue otro chileno el que marcó presencia mediática en ese evento: Javier Olivares, el ex conductor de “Tremendo Choque” y “Mekano”, actualmente rostro ancla del noticiero digital de Univisión.
Su trayectoria habla de alguien que ha trabajado desde muy joven, que ha construido su carrera a pulso, y con ansias de progreso y evolución. Quizás eso mismo lo llevó a emigrar a Miami para poder crecer en televisión. Seamos claros: en la TV abierta de Chile Javier Olivares estaba encasillado como conductor de programas juveniles de entretención, y no habría tenido ninguna posibilidad de entrar a un departamento de prensa ¿Se imaginan a José Miguel Viñuela o a Karol Lucero conduciendo un noticiero? Hasta ahora, solamente Rayén Araya ha logrado hacer esa difícil transición: partió como conductora del último “Extra Jóvenes” junto con Martín Cárcamo y los “Palomos”; siguió en “Pantalla Abierta”, para luego ser comentarista de música en Teletrece; tiempo después fue conductora de “Meganoticias” los fines de semana y ahora está en Radio Bio-Bio, donde ha sido columnista y trabaja a la par con los hermanos Mosciatti.
Más allá de que guste o no su estilo, de lo sensacionalista que pueda ser considerada su cobertura del huracán, de su acento marcadamente hispano y de otros detalles menores, hay que reconocer que Javier Olivares la hizo y la está haciendo. Y todavía es sumamente joven. Dios mediante, tiene muchos años más para crecer y aprender, así que no sabemos hasta dónde puede llegar.