Expectación, esa es la palabra que mejor definió el ambiente que había la noche de este lunes en el Movistar Arena, previo a la presentación de Luis Miguel. El «Sol de México» daría el primero de sus cuatros conciertos agendados en Chile, pero el público aún tenía presente la imagen del músico olvidando canciones, borracho o discutiendo con su equipo en unas de sus últimas apariciones.
Pero esa sensación desapareció cuando el mexicano se subió al escenario a las 21.24 horas, con un pequeño retraso, y comenzó su show con «Si te vas». Ya en este primer tema se pudo apreciar que el cantante brindaría un buen espectáculo. Y así fue. En alrededor de 2 horas 10 minutos conquistó una vez más a sus seguidoras, quienes corearon todas sus canciones y gritaban con cada uno de sus movimientos.
Con 25 canciones, que incluyeron éxitos como «Suave», «Por debajo de la mesa», «Cuando calienta el sol» y «La Incondicional», el Luis Miguel demostró que sigue vigente y que las imágenes en las que se le ha visto cantando ebrio no son el factor común de sus presentaciones.
Lo que sí, su voz sigue siendo potente pero no igual a la de antes. En las canciones «recita» o deja que el público cante parte de ella, y así evita el excesivo cansancio o los tonos más altos. En cuanto a su estado físico, el músico se veía bastante más delgado de lo que lo vimos las ultimas veces.
Al finalizar el concierto, las doce mil personas que repletaron el Movistar Arena se fueron felices, ya que su ídolo cumplió y encantó en la primera de las cuatros presentaciones que son producidas por Bizarro y Multimúsica, cuyas entradas están vendidas en su totalidad.