“Vine de Córdoba para Chile buscando una mejor calidad de vida, para juntar unos mangos y poder comprarme algo, emprender un negocio o poder volver a mi casa y tener cómo ayudar. Y se me fue dando para otro lado cosas que nunca imaginé y estoy muy agradecido”.
José Luis Bibbó, más conocido como Joche, pudo juntar ‘los mangos’, logró emprender y también comprarse algo. Lo hizo modelando, pero sobre todo, gracias a su participación en los realitys “40 ó 20”, “Mundos Opuestos” y “Doble Tentación”, gracias a los cuales ganó notoriedad y fama en la televisión chilena.
“Supe aprovechar las oportunidades que se me dieron tanto en los realitys y por la gente. Porque todas las cosas que se me han dado es por el cariño de la gente, que es la que nos mira todos los días, la que te apoya. Lo que te puedo decir es que no hay que darse por vencido. Lo que uno menos se imagina son las cosas que pasan y te pueden sacar adelante” explicó el argentino de 36 años a Martín Cárcamo, quien lo entrevistó para el programa que transmite a través de Instagram. En la ocasión abordaron diversos temas como sus sueños, gestión financiera y los difíciles días que pasó en el país.
Justamente sobre esto último, Bibbó recordó cuando, a los 18 años, llegó a Chile y no tenía dónde dormir. Fue el hermano de María José López, a quien conoció en un supermercado, quien lo salvó de la situación, llevándolo a la casa familiar donde lo acogieron. Un gesto del que siempre estará agradecido.
Todas estas experiencias, sumado al sabio consejo de su madre, le enseñaron a Joche a capitalizar lo ganado y ser ordenado con sus gastos. “Mi madre me decía ‘invierte en ladrillos’, lo que sería en inmuebles. Entonces, ahorré la plata de los realitys, me asesoré , investigué con algunos bancos y me compré cuatro departamentos en Las Condes para alquilar”.
Inicialmente los arrendaba por Airbnb; es decir, recibiendo un pago diario, pero con el advenimiento de la pandemia, prefirió que estos ingresos fueran por un contrato fijo. Esos negocios se sumaron a otros emprendimientos como un rent a car y una productora junto a un amigo.
No obstante la inversiones, tampoco se olvida de ahorrar. “Lo hago en una cuenta sin plazo fijo, sin riesgo. Pongo una plata que no la toco y otra en una cuenta corriente que es la que más utilizo para el gasto diario”, detalló, teniendo claro además que hay que saber en qué utilizar el dinero. “Puedes tener 100 millones o un millón de dólares y si no la inviertes, la plata se gasta, se va”, sentenció.