Este sábado, en el tercer capítulo de «La Divina Comida» estará marcado por la sensualidad y locura de Rocío Marengo, el humor e irreverencia de Botota Fox, la franqueza de Mario Sepúlveda y la galantería de Giancarlo Petaccia. Cuatro noches cargadas de risas, conversaciones profundas y grandes confesiones.
La primera noche fue de Mario Sepúlveda, quien deleitó a los participantes con un menú cargado de comida típica chilena, además contó la relación de amistad que tiene con Leonardo Farkas.
La segunda noche estuvo a cargo de la modelo Rocío Marengo, que destacó por los finos detalles en la preparación de la mesa y el menú de la velada. La modelo conversó sobre la relación sentimental que lleva hace tres años y confesó haber perdido su virginidad a los 21 años.
Giancarlo Petaccia, fue el protagonista de la tercera noche, quien preparó un menú italiano. El animador hizo una fuerte crítica al sistema de salud del país luego de haber experimentado un difícil momento con su madre. Esa misma noche, la Botota contó sobre el lazo que tuvo con sus padres, ya fallecidos. Y agregó: “Cuando yo le dije a mi mamá que era gay, lo único que me dijo fue que no me vistiera de mujer”.
Luego, los integrantes del tercer capítulo de la Divina Comida continuaron conociéndose y hablaron sobre lo importante que es para Rocío la maternidad: “Quiero tener hijos, pero no estoy desesperada. No creo necesitar a ningún hombre para ser mamá, feliz lo tendría sola. Para qué depender de un tipo que después encima te pone problemas”, declaró la modelo trasandina, la que finalizó el tema con: “Hoy no me veo con bebe, pero el año que viene, tal vez”.
La cuarta y última noche le correspondió a Botota Fox, quien tenía preparado un recibimiento distinto al resto para sus invitados. Ellos fueron escoltados por un hombre vestido con llamativos colores en la puerta de su casa. Por otra parte, el menú que preparó fue variado, ya que de entrada tenía ceviche de reineta, el plato principal fue entraña a la parrilla, y, por último, el postre fue leche asada.
La velada fue bastante agradable y dio para que Marengo pudiera hablar sobre la relación que tuvo con Felipe Camiroaga, admitiendo que sí estuvo, alguna vez, enamorada de él.