Desde hace un año, George Clooney y su esposa Amal han estado sufriendo continuas amenazas de muerte por parte de grupos terroristas, perturbando la felicidad familiar que la pareja alcanzó con el nacimiento, hace dos años, de sus mellizos Alexander y Ella. ¿El motivo de los ataques? Amal, una destacada abogada de origen libanés y activista por los derechos humanos, hace un tiempo defendió a una joven llamada Nadia Murad, quien fue secuestrada y convertida en esclava sexual por el Estado Islámico.
Dado el peligro, las acciones de cuidado y protección de Clooney y Amal se han transformado en una prioridad, a las cuales dedican una enorme suma de dinero. Es más, según la revista National Enquire, el actor y la abogada destinan más de dos millones de dólares al mes en seguridad para hacer frente a las amenazas.
Entre las medidas que adoptaron está la contratación de guardias de seguridad que los acompañan a diario, además de cuidarse de mantener en total secreto sus planes y viajes. También ampliaron los resguardos en las mansiones que tienen en Los Ángeles, Italia y Reino Unido, con cámaras de vigilancia que graban las 24 horas del día, alarmas anti incendios y dispositivos anti atentados. Las viviendas también disponen de habitaciones de pánico.
Meses atrás Clooney ya había confesado en una entrevista para Hollywood Reporter sus temores ante un posible ataque. “Mi esposa está llevando el primer caso contra el ISIS a la corte y tenemos problemas de seguridad muy serios con los que tenemos que lidiar casi a diario”, dijo. Añadió que las intimidaciones habían perturbado la apacible vida que antes tenían: “Ya no podemos caminar con nuestros hijos por Central Park y lo echo de menos”.
Pese a todo, Amal no se amilana y decidió acudir a tribunales franceses para acusar a la multinacional gala de cemento Lafarge de ser cómplice de crímenes contra la humanidad por eventuales pagos que habrían financiado el terrorismo.