La teleserie más hot del verano no tiene ni desnudos, ni latigazos, ni va en horario estelar. Ni siquiera es una idea original. «En Nombre del Amor», producción de Televisa que probablemente es lo mejor que ha salido de esa factoría mexicana en los últimos años, es un remake de «Cadenas de Amargura«, esa historia oscura, polvorienta y de inconmensurable dramatismo que exhibió TVN en 1991.
¿Quién dijo que el melodrama clásico está pasado de moda? La historia logra atrapar como el mejor culebrón clásico de antaño apelando a los grandes temas que hacen de la telenovela el género adictivo que es: la moral versus la libertad, el primer amor imposible, la contención amarga de la adultez versus el ímpetu y la líbido adolescente, los fantasmas del pasado y sus consecuencias en el presente.
Con un ambiente casi digno de una novela de José Donoso, se escriben las historias de dos adolescentes que apenas dejaron de ser niñas, mientras dos mujeres adultas sufren las consecuencias de su propia adolescencia. Esta teleserie, como buena producción azteca, es netamente femenina, casi con útero. Uno ni se acuerda de los personajes masculinos, necesarios y detonantes en la trama, pero lejanos, parcos y libres, lejos del mundo reprimido y forzosamente virginal de la protagonista, su tía mala y su tía buena. Como es marca de la producción Televisa clásica, la actualidad no es demasiado moderna, y el pasado aparece como un vestigio infranqueable que no deja avanzar.
Dos hermanas cuarentonas, Macarena (Victoria Ruffo, la mítica actriz cara de lágrima) y Carlota (Leticia Calderón, recordada como la ciega Esmeralda de los 90) viven juntas en una sombría casona, un cinturón de castidad de concreto, en alguna pequeña ciudad de provincia en México. La adolescente Paloma (Allison Lozz), vive con ellas desde pequeña tras la muerte de sus padres. Carlota, autoritaria y represiva como bruja de cuento, la sobreprotege al límite del sadismo. Apenas la deja salir de la casa y no le permite tener novios. De forma truculenta la separa de su primer amor. Y cuando aparezca Emiliano (Sebastián Zurita), la torturada Paloma no sólo deberá enfrentar a su tía, capaz de encerrarla con llave en una pieza, sino a su mejor amiga y hermana de alma, Romina (Altair Jarabo).
La historia se torna apasionante al comenzar a descubrir los reales motivos de Carlota para impedir la realización romántica de su sobrina, que tienen que ver con Macarena -la «tía buena» que le entrega a Paloma el amor y apoyo maternal que nunca ha tenido-, y una triste historia del pasado que involucra a los personajes secundarios adultos, donde la contraposición entre la moral decimonónica y la moderna, la envidia y la religión no están ausentes.
De lunes a viernes a las 16:30 hrs., en Mega. Al día con México, a las 21:00 hrs., hora chilena, en El Canal de las Estrellas.