Fue hace exactamente diez años cuando más de 18 millones de estadounidenses se pegaron al canal ABC para ver el estreno de una de las series que ha marcado la televisión en la última década: Lost. La historia de los sobrevivientes del vuelo Oceanic 815 en una misteriosa isla, atrajo durante seis temporadas y 121 capítulos a millones de fans no sólo en Estados Unidos, sino en todo el mundo.
La novedosa propuesta entregada por los creadores era mostrar en cada capítulo el presente en la isla y el pasado antes del accidente, a través de flashbacks, de cada uno de los personajes en la historia, revelándonos así las dos caras de cada uno de los sobrevivientes.
Con el correr de las temporadas nos dimos cuenta que no estaban solos en esta isla. Además de conocer a la tripulación completa que venía en el avión, tanto de la parte delantera como la trasera, vimos que existía otro grupo de personas llamados «Los Otros» que vivían allí en función de la enigmática Iniciativa Dharma, donde se destacaban el manipulador Ben Linus y la enigmática Juliet. Conocimos la secuencia 4, 8, 15, 16, 23, 42 que aparecieron a lo largo de la historia con distintos significados. También los vimos enfrentarse a misteriosos obstáculos dentro de esta paradisíaca isla como el extraño humo negro, osos polares y electromagnetismo, por nombrar algunas. También los vimos salir de la isla, desaparecer con ella, viajar en el tiempo, morir, sobrevivir y otros tantos momentos que se resumen en 121 capítulos de una de las series más aclamadas de la última década.
Pero como nada es perfecto, para muchos la serie comenzó a venirse a bajo tras el final de la cuarta temporada cuando Jake, Kate, Hugo, Aaron, Sayid y Sun son finalmente rescatados, mientras los otros son dejados atrás y la isla desaparece llevándolos a un extraño viaje en el tiempo. Muchas teorías vagaban en internet sobre lo que realmente ocurría y las razones reales de las misteriosas situaciones que ocurrían en esta isla, sobre todo acercándose al final: un final que dejó bastante conforme a algunos y a otros bastante insatisfechos, con una escena de todos los sobrevivientes reunidos en una capilla, revelando que se reencontraban todos en «la otra vida» después de lo ocurrido. Muchos pensaron que finalmente la isla era un purgatorio y que efectivamente todos habían muerto en el accidente, pero los creadores lo desmintieron tajantemente.
«Los personajes sobrevivieron al accidente y estaban en una isla muy real. El final debía ser espiritual y explicar el viaje y el destino de todos ellos. Obviamente, hay muchos misterios, pero en el episodio final, optamos por tratar de contestar cosas como: ¿cuál es el sentido de la vida? ¿Qué ocurre cuando mueres?», explicó Carlton Cuse, uno de los guionistas. Agregó además que «Lost, metafóricamente, trataba sobre gente perdida que necesita redención y busca un sentido a sus vidas».
Lost, a diez años de su estreno, no deja de ser una de las series de culto, de esas que hay que ver antes de morir. Quizás, no todo tuvo su respuesta adecuada, pero si hay algo que valió la pena en seis temporadas es que en la vida todos buscamos una segunda oportunidad.