El mago y comediante temucano se ha ganado un lugar destacado entre los humoristas nacionales con las rutinas más irreverentes que se han visto en la TV chilena, en un momento complicado para el humorismo nacional.
Edo Caroe, cuyo nombre verdadero es Eduardo Carrasco, se dio a conocer masivamente en el programa “Coliseo Romano” de Mega. Desde su aparición llamó la atención por sus rutinas, que combinan humor ingenioso y sofisticados trucos de magia. A pesar de no ganar en “Coliseo”, superado primero por Ruddy Rey y después por Bastián Paz, su paso por allí fue el trampolín perfecto para aparecer en diversos programas de televisión. Su gran tribuna fue en el “Mentiras Verdaderas” de finales de 2012, donde se convirtió en toda una sensación con su humor negro y cruel, sus chistes descaradamente sin censura y sus espectaculares trucos de magia. Eso determinó que Eduardo Fuentes se lo llevara a Canal 13, en donde se convirtió en el plato fuerte (aunque algo tardío) de “Alfombra Roja Prime” durante 2013. Ahora lo tenemos de vuelta en La Red, en “Mentiras Verdaderas”, donde además de ser coanimador de los renovados viernes sin censura, aparece durante la semana con personajes y haciendo sus rutinas pasadas para la punta, esta vez asociado con el comediante Oscar Álvarez, alias “Oscarito”.
El éxito de Caroe tiene ribetes tan insólitos que es digno de análisis. Cultiva de manera abierta y declarada el humor cruel y negro, un género sumamente complicado, en el cual se juega constantemente al límite del reglamento, y donde se corre el riesgo permanente de herir susceptibilidades. El lagarto Murdock también cultiva ese género, y ya sufrió en carne (o más bien en “tela”) propia los efectos de esto en el episodio del chiste sobre judíos que le costó la salida de “Hazme Reír”. Además, lo hace en un momento en que el público está especialmente susceptible y los humoristas ya no pueden hacer chistes sobre homosexuales y discapacidades, usar garabatos o tirar tallas muy groseras, pues las «víctimas» de ese humor hacen sentir su molestia al CNTV o través de las redes sociales. En este escenario, Caroe juega al límite del reglamento permanentemente, con las rutinas quizás más irreverentes y atrevidas que se han visto en la televisión chilena, y hasta ahora los reclamos contra él han sido mínimos. Por rutinas mucho menos puntudas que las de Caroe, a Yerko Puchento le han declarado la guerra compañeros de canal, como Andrés Caniulef, y ciudades enteras como Calama. Caroe es capaz de reírse en su propia cara de la infertilidad de Eduardo Fuentes y de la fealdad de Ramón Llao; de dedicarle los piropos más flaites y descarados a Lucía López, Paulina Rojas y Ana María Gazmuri; de tirarle tallas pesadísimas a la Doctora Cordero e incluso a su propia esposa, mientras todos ellos y el público se matan de la risa. Y eso que en la TV abierta se cuida. Tuve la oportunidad de verlo actuar en el Teatro Velarde de Quilpué, y pude apreciar que, cuando no hay cámaras de TV entre medio, simplemente no tiene misericordia: no se guarda nada, y se ríe hasta de tragedias nacionales.
¿Cómo consigue esto Caroe? La clave de su éxito es tan difícil de descifrar como sus intrincados trucos. Caroe tiene chispa, simpatía e ingenio. Además, es un gran mago, quizás de los mejores de Chile en la actualidad. Aunque de repente tiende a rutinas algo “pendejas”, tiene momentos de notable ironía, sarcasmo e irreverencia intelectual, lo que le ha valido ser uno de los adalides de lo que en mis artículos en este portal he llamado “el humorismo pebre”. Ejemplos de lo anterior fueron su rutina como examinador cuando invitaron a Evelyn Matthei a “Mentiras Verdaderas”, y muy especialmente, la recordada aparición de los “Paya High”, un dúo de payadores callejeros de barrio alto que la rompió en las redes sociales en su primera aparición con sus payas cargadas de clasismo y pinochetismo. Hay un detalle no menor: Caroe tiene estudios de Derecho, y su libretista Luis Slimming es Licenciado en Matemáticas. En otras palabras, estamos hablando de un nivel de preparación intelectual muy por sobre el promedio del medio artístico chileno. Mención aparte es el desempeño de su flamante partner “Oscarito”, un comediante minusválido que ha destacado por su capacidad para reírse de sí mismo, además de su notable habilidad como imitador, para mí el tercero mejor de Chile después de Stefan Kramer y Cristián Henríquez (“Ruperto”). Estas últimas semanas se ha lucido con graciosas imitaciones a Don Francisco, Claudio Palma y Sebastián Piñera.
¿Podrá Caroe seguir haciendo humor irreverente con tanta impunidad? Recién ahora han salido algunas críticas a sus rutinas. En particular, a su irreverente intervención durante la visita de Katherine Salosny a “Mentiras Verdaderas”. Se lo atacó por el exceso de doble sentido y por reírse de un discapacitado (de Oscarito). Llama la atención que los mismos que no le dejan pasar una a “Morandé con Compañía” y a los humoristas que van al Festival de Viña, se hayan demorado tres años en poner sus inquisidores ojos sobre él. A estas alturas, todos en el medio saben quién es Edo Caroe y el tipo de espectáculo que hace. Caroe es humor negro, irreverencia, doble sentido, ingenio e ironía. Eso es lo que hace, y con eso ha logrado destacar. El que se sorprenda e indigne con esto, es porque viene llegando de otro país. Por otra parte, acusarlo de “discriminador” por sus tallas a Oscarito no puede ser más ridículo, pues este se presta conscientemente para el leseo y es el primero en reírse de su minusvalía.
Dado su éxito, es inevitable pensar en Caroe para el Festival de Viña. Por logros merece enfrentar al Monstruo, incluso más que muchos que ya han estado ahí. Sin embargo, veo que una eventual presencia suya sería una bomba de tiempo. Considerando lo ocurrido con colegas suyos que han sido severamente criticados por rutinas mucho menos atrevidas que las suyas, se corre riesgo con Caroe: si lo coartan o le colocan muchas cortapisas, su rutina perdería gran parte de su potencia. Si a Caroe le quitan el humor negro, la talla cruel, la irreverencia, los piropos pasados para la punta, etc, lo que queda es solamente un mago simpático y talentoso, que apenas daría para un muy buen número de varieté. Por otra parte, si lo dejan desarrollarse en plenitud, si le permiten usar todo su arsenal, con toda seguridad haría un show memorable, con éxito en aplausos, gaviotas, antorchas y rating. Sin embargo, al día siguiente el CNTV tendría que pedirle ayuda al SHOA y al “Frente Fantasma” para esperar el verdadero tsunami de denuncias que recibiría.