Desde que debutó en televisión el año 2007 con “Lola”, y tras un comienzo profesional que se enfocó en el ámbito teatral, María Gracia Omegna ha desarrollado una exitosa trayectoria que abarca no solo la pequeña pantalla, también al cine.
En 2010 tuvo su primer protagónico («Martín Rivas», de TVN), pero su gran salto fue en 2012 en “Dama y Obrero”, de la misma casa televisiva. Otro rol destacado fue su interpretación de la hoy diputada Carmen Hertz en la serie “Ecos del Desierto”, de CHV, y, en la gran pantalla, por primera vez actuó en una película con “La vida de los peces”, de Matías Bize, y ese mismo año participó además en la cinta “Joven y alocada”, de Marialy Rivas.
Igualmente ha formado parte de proyectos televisivos de Mega como “Papá a la deriva”, “Sres. Papis”, e “Hijos del desierto”, y en la serie “La Jauría”, de Fábula–CNTV, entre otros éxitos. Todo, sin dejar de lado el teatro.
Sin embargo, en una reciente entrevista con The Clinic, que tuvo como punto de partida su obtención del Premio Caleuche a la mejor actriz protagónica por su rol de Valentina Morán en la teleserie de Mega, “Generación 98”, habló tanto de las claves del éxito de esa teleserie como de temas estrictamente personales, entre ellos, su compromiso con el feminismo, las experiencias y cambios que conlleva el paso del tiempo (está próxima a cumplir 40 años) y el impacto de la maternidad en el desarrollo de su carrera.
En ese último aspecto, reconoce que hubo un gran cambio a partir del nacimiento de Anka, su hija de cuatro años fruto de la relación con su expareja, Gonzalo Valenzuela. Desde ese momento, replanteó su camino profesional y lugar en el mundo.
“Incluso hoy, que (Anka) está más grande, sigue siendo muy difícil para mí hacer la ecuación de hija y trabajo”, señaló la actriz.
“Mi principal tarea hoy es criar”
María Gracia contó que le han ofrecido papeles que ha debido rechazar, o que intenta mover las fechas de alguna producción, porque necesita equilibrar el tiempo con su hija.
“No puedo desaparecer como madre y mis decisiones van de la mano con eso. Si estoy en un proyecto televisivo, difícilmente podré generar o embarcarme en un proyecto teatral como el que estoy ahora, porque significa no estar en casa”, manifestó.
“Mi principal tarea hoy es criar y trabajar también, no se puede la una sin la otra”, enfatizó.
En la entrevista reconoció que en los últimos años su única estrategia ha sido lograr la estabilidad económica. “No tengo una familia que pueda solventarme en ningún sentido, soy económicamente muy autónoma, entonces bajo ese contexto decidí postergar mis deseos artísticos en pro de esa estabilidad, que espero en unos años más me va a permitir priorizar más lo artístico. Esa fue mi ecuación o mi estrategia, y espero funcione”, explicó.
“Desde que soy mamá, mi carrera lamentablemente se ha visto limitada”, dijo, asimismo. “Pero desaparecer de la crianza de mi hija no era opción”, sentenció.