En los últimos tiempos se ha puesto de moda que artistas vendan los derechos de autor asociados a su catálogo de canciones por cifras multimillonarias. Gracias a este negocio Justin Timberlake recibió 100 millones de la moneda estadounidense, por ejemplo, mientras que Sting se embolsó un estimado de 360 millones y Bruce Springsteen, a su vez, recibió la friolera de 500 millones.
Una movida parecida hicieron Bob Dylan, Paul Simon, David Crosby y Neil Young. El grupo británico Genesis también traspasó sus royalties y lo mismo hicieron los herederos de David Bowie, entre otras operaciones del mismo tipo.
Ahora se sabe que otra celebridad del mundo de la música está cerca de cerrar un trato más que jugoso: Justin Bieber, quien, según los trascendidos, está en conversaciones para vender su cancionero pop al fondo de inversiones Hipgnosis Songs Capital en aproximadamente 200 millones de dólares.
Según una nota de The Wall Street Journal, el acuerdo podría concretarse en los próximos días e incluiría todos los grandes éxitos del músico canadiense, como “Baby” y “Love Yourself”.
La razón tras el auge de la venta de catálogos musicales de rock & pop es que permite a los artistas recibir enormes sumas de dinero de manera inmediata, mientras que el comprador accede a las regalías que las canciones generan a largo plazo gracias a su difusión en diferentes plataformas y al potencial uso de los temas en campañas publicitarias, películas o series.
Es lo que explica que Hipgnosis ahora mismo esté intentando cerrar acuerdos de este tipo por un total de alrededor de 500 millones de dólares, incluyendo la producción de Justin Bieber.