La comentada imitación que le hizo Stefan Kramer refleja la relevancia que ha ganado Rodrigo Sepúlveda en este último tiempo. Como le leí alguna vez a Nicolás Copano, ser imitado por Kramer es el equivalente chileno a salir en Los Simpson, y es evidencia que, ya sea para bien (como en este caso) o para mal, te has transformado en alguien importante para la opinión pública.
Rodrigo Sepúlveda Lara –también conocido como “Sepu” o “Loco Pepe”- es uno de los mejores legados que nos dejó Eduardo Bonvallet. Partió como joven reportero del mítico equipo de “Más Deporte” de Radio Nacional de 1996, que un año después pasó en gran parte a “Otra Vez de Zero” de Radio Zero. Fue tomado por el “Gurú”, quien le dio posibilidades de desarrollarse como conductor radial, y al que además llevó a la TV en la también mítica época de “Bonvallet en La Red” y las eliminatorias para el Mundial de Francia 1998. Su trabajo con el periodista fue para “Sepu” lo que el Cavern Club y los clubes de mala muerte de Hamburgo fueron para Los Beatles: lugares donde tuvo la posibilidad de ganar mucha práctica y kilometraje como comunicador en condiciones bastante complejas, lo cual le permitió desarrollar madurez, personalidad y prestancia. Junto con Claudio Palma (que terminó desbancando a Pedro Carcuro del sitial de mejor relator deportivo en TV abierta) fue de los que mejor aprovechó la oportunidad que se le dio. Hasta el final de sus días, Bonvallet (a pesar de que en ocasiones lo “boludeaba” por radio) siempre manifestó un gran aprecio y respeto por él, y Sepúlveda ha reconocido que le debe al “Gurú” el inicio de su carrera. El dolor que manifestó el día de la muerte de Bonvallet lo dice todo.
Luego de salir del redil del “Bonva”, Sepúlveda construyó una más que respetable carrera como periodista deportivo en diferentes medios. Entre otros, fue uno de los históricos “Tenores” de “ADN Deportes”, rostro ancla de Fox Sports Chile y comentarista en Mega. Al canal privado llegó como partner de Mauricio Israel, otro personaje “especial” del mundo de las comunicaciones, para luego ser parte importante del renacer que vivió el área de prensa a partir de la muerte de Ricardo Claro y de la llegada de Bernardo de la Maza como rostro ancla. Además, pegó el salto a YouTube y construyó un exitoso y activo canal llamado ”RODRIGO SEPULVEDA #Sepu” con casi 500 videos y 83000 suscriptores al momento de redactar este artículo. Ahí se lo puede ver haciendo entrevistas y analizando la actualidad futbolística, en particular los partidos más destacados, en los cuales frecuentemente resucita la señera pizarra de los tiempos de “Bonvallet en La Red”.
En plena pandemia, “Sepu” asumió el rol de “hombre ancla” de Meganoticias en los noticieros matinales de fines de semana y feriados, en el cual ha llamado la atención por su destacado desempeño, lo que entre otras cosas motivó la mencionada imitación de Kramer. En este desafío, que lo sacó de su hábitat natural de comentarista deportivo, y en donde tiene que estar mañanas completas en pantalla entregando noticias difíciles y haciendo entrevistas complicadas, es donde se han evidenciado lo útiles que fueron sus dos años de “servicio militar” bajo el alero de Bonvallet. Se le ha visto aplomado, asertivo, con personalidad, preciso, y sobre todo sin perder su distintiva caballerosidad y ponderación.
Sepúlveda es un gentleman, un caballero de dicción y modales impecables, y mantiene esa impronta aunque esté vestido informalmente, tocando la batería, practicando artes marciales, haciendo editoriales asertivas y empáticas en torno a la situación del país, o planteando preguntas duras como la que le hizo a la Ministra del Trabajo María José Zaldívar, que a pesar del tono objetivamente respetuoso de “Sepu”, declaró sentirse “violentada”. Me pregunto si el problema era el lenguaje, como se alegó en el caso de Izkia Siches.
Junto con Julio César Rodríguez, Eduardo Fuentes y José Antonio Neme, Sepúlveda ha sido de los puntos altos de la TV abierta chilena en esta aciaga época. Lo notable de “Sepu” es que lo hizo en Mega, un canal históricamente conservador en lo ideológico y editorial, en donde rostros con un discurso más crítico y progresista han durado poco tiempo, como sucedió con Rayén Araya y Felipe Bianchi. Por otra parte, puede que esta faceta de Sepúlveda calce perfecto en un momento en que Mega busca recuperar el liderazgo que mantuvo de manera incontrarrestable por años y que perdió a inicios del 2021 a manos de Chilevisión. En el “Mucho Gusto” donde otrora campeaban Luis Jara, José Miguel Viñuela, Karol Lucero y Patricia Maldonado, ahora están Andrea Arístegui, Paulina de Allende Salazar y recién no más llegó José Antonio Neme proveniente de La Red, lo que revela un cambio de giro editorial, como buscando emular el exitoso enfoque crítico y ciudadano del “Contigo en la Mañana” de Chilevisión.
En lo personal, creo que a “Sepu” se le abre una veta importante en el mundo de los departamentos de prensa de los canales, más allá del periodismo deportivo. Ha demostrado condiciones de sobra para asumir en el futuro cercano como rostro de noticiero central, y me encantaría verlo interrogando a los candidatos en un debate presidencial. De seguro que, desde donde esté, Eduardo Bonvallet está mirando con indisimulado orgullo lo acertada de su apuesta de la época de “Más Deporte” al ver lo lejos que ha llegado el “Loco Pepe”.