Pronto a lanzar la adaptación literaria de la teleserie de culto «Fuera de Control», que se titula «No la Mires a los Ojos» y estará disponible desde este 1 de noviembre oficialmente en librerías, Pablo Illanes se refirió en extendido a todos los detalles que rodearon a la hazaña de traer de regreso su más emblemática producción ahora en formato libro.
En conversación con La Tercera, el guionista reveló que la primera idea fue adaptar la historia al formato de serie para plataforma de streaming, pero que ese camino finalmente fue descartado. «Es una telenovela muy compleja en términos de casting. De las teleseries que he escrito, esta es la que tiene el mayor número de personajes: 63. Para la época, era muy oscura y ahora también. Entonces, me di cuenta que la única manera que tenía de volver a enfrentar esta historia, era a través de la literatura», explicó de partida.
«Nunca me había enfrentado a hacer una novela como esta. Lo primero era tener una estructura muy rígida, porque necesitaba saber exactamente a quiénes iba a dejar fuera y a quiénes iba a incorporar. Porque la idea de tener ‘Fuera de Control’ completa, en 500 páginas, no era tan sencillo. Y había ciertos universos que no me interesaba reincorporar. No volví a usar los guiones, no los tengo, pero sí volví a revisar algunos capítulos clave de la teleserie», reveló sobre el proceso creativo.
Illanes contó que incluso agregó nuevos personajes como el de Julita, una amiga de la adolescencia de la protagonista Silvana. «Ese es uno de mis favoritos, confesó, detallando que en 1999 «no había posibilidad de tocar muchos de los temas que están en la novela. Julita existía en el borrador original de la teleserie, y era una suerte de modelo de conducta de Silvana, quien le enseña todo lo que sabe. Lo primero que pensé cuando aterricé la idea de esta novela, fue que tenía que aparecer. Eso habla mucho de los motivos que tiene Silvana para ser como es, y plantear los antecedentes de su relación con Rodrigo. Cómo dos personas tan distintas terminaron siendo hermanos de sangre».
El escritor también habló de cómo serán traspasados al libro los malévolos personajes de Sarita Mellafe y Axel Schumacher. «Esos villanos son personajes que yo conocí en mis tiempos de colegio. Son seres que fueron pasando por mi lado. Fui tratando de adquirir algunas de sus características, son villanos muy chilenos, muy reconocibles, y ese es el terror que provocan. No son maquiavélicos per se, son maquiavélicos por su chilenidad, y eso es lo que me parece más inquietante. En el caso de la novela, hice una profundización de esos villanos hacia sus rasgos sicológicos. Axel y Sarita le daban la cuota de oscuridad a ‘Fuera de Control'», analizó.
Pese a lo recordada por el público que es la teleserie, el autor reconoce que «me pasan muchas cosas, porque en su momento lo pasé horrible. Lo pasé muy mal, porque ‘Fuera de Control’ fue un fracaso en términos de rating, la destrozó ‘La Fiera’. Todo el mundo juraba que iba a ser un éxito y un fenómeno, y no fue ninguna de las dos cosas. ¡Pero 23 años después estamos hablando de ‘Fuera de Control’ como si fuera ayer!.
«Fue un fracaso, aunque a pesar de todo, en el canal lo tomaron con mucho cariño. Nunca me sentí mal por no haber ganado la guerra de las teleseries, ese concepto tan absurdo que fue acuñado en ese tiempo y que era agotador para todo el mundo. En términos profesionales no significó demasiado. Después vino una crisis en Canal 13, quedé sin contrato, me fui, hice otras cosas», recordó, admitiendo que el sabor del fracaso «no se me pasó nunca».
En relación a lo anterior, Illanes reconoció que «cuando tuve que hacer una teleserie después de ‘Fuera de Control’, me costó mucho agarrar el ritmo porque le tenía pánico al género, pensaba que me había equivocado muchísimo, que no sabía absolutamente nada de teleseries, más de una vez me cuestioné seguir escribiendo teleseries, sobre todo porque en ‘Fuera de Control’ yo había tenido el control de la historia, había diseñado la historia que yo había querido, no tenía ninguna posibilidad de excusarme. El fracaso fue completamente mío. Fue triste, porque la sentía una historia muy cercana a mí. Estupideces que uno piensa cuando tiene 25 años».
«Estoy seguro que no es la mejor, tampoco es la que mas me abrió puertas, pero es donde me volví más loco, donde más me comprometí con la causa de los personajes, y donde la observación de la sociedad llegó más lejos», sentenció en torno al lugar en sus recuerdos que guarda dicha producción.