El año pasado escribí una columna sobre el programa periodístico del Canal 13 de Argentina “Periodismo para Todos”, del cual me hice asiduo seguidor a través de Internet. Como Fotech es un foro centrado en la televisión chilena, tuve que “camuflar” el programa de Jorge Lanata en medio de una disquisición sobre los programas periodísticos locales. Sin embargo, este año eso no va a ser necesario.
En su segunda temporada, “Periodismo para Todos” se ha transformado en un verdadero dolor de cabeza para el gobierno de la omnipresente Cristina Fernández de Kirchner. En cada programa se muestran denuncias gravísimas acerca de la corrupción flagrante y descarada que rodea al “clan K”, incluyendo enriquecimiento ilícito; traspasos de bolsas llenas de billetes en euros en donde la plata no se cuenta, sino que se pesa; palacios suntuosos con bóvedas de seguridad que después fueron transformadas en vinotecas; individuos que no tenían donde caerse muertos y que de un día para otros aparecen forrados en plata y manejando lujosos autos; problemas de control en la fronteras; etc. Las denuncias, además, son de primer nivel periodístico, comparables a las que hace CIPER en Chile. Sin embargo, “Periodismo para Todos” no solamente tiene periodismo de primera clase, sino que además lo acompaña con excelentes sketches humorísticos, con muy buenos comediantes (la imitadora de Cristina es especialmente notable) y una infartante modelo sueca; y la presencia de Jorge Lanata y su proverbial carisma. Sus monólogos de inicio son de antología, verdaderas clases magistrales de “Stand-up Comedy” dadas por un consumado maestro en el arte de la ironía y el sarcasmo. Esta sabia mixtura de show y periodismo duro, además de hincharle las gónadas al gobierno argentino, se ha transformado en un indiscutido fenómeno de sintonía.
Las denuncias de Lanata y sus “sabuesos” no han recibido hasta ahora ningún desmentido serio de parte del Kirchnerismo. Solamente defensas corporativas, una amenaza de expropiación al grupo Clarín (dueño entre otros medios de Canal 13 y Radio Mitre, en los cuales trabaja Lanata) que se quedó en las palabras, y un último intento desesperado: programar partidos de River Plate y Boca Juniors en la misma hora para competirle. Un absoluto descriterio, considerando el horario y los problemas de seguridad que hay en los estadios argentinos. Pensaron que, en un país sumamente futbolizado, los partidos iban a superar al “gordito golpista”, pero ni eso funcionó. Las cuatro veces en que han competido, Lanata ha derrotado al fútbol. El primer programa en que compitieron con “Fútbol para Todos” fue simplemente alucinante: transformaron el set en un estadio, al público en una barra brava, trajeron relatores deportivos y Lanata y sus periodistas salieron vestidos con la camiseta de la selección argentina.
Si algo se puede concluir de ese programa es que tenemos que estar agradecidos del nivel de la clase política en Chile. La del otro lado de la cordillera rebasa todos los records de patetismo y corrupción. Acá festinamos con Piñera y sus “Piñericosas”, pero al lado de la “Señora K”, nuestro Primer Mandatario es Sir Winston Churchill. El gobierno del “clan K” ha transformado a Argentina en una república bananera de tomo y lomo. No soy tan ingenuo como para asegurar que los políticos chilenos son impolutos, pero al menos roban de manera sobria, elegante y sofisticada. Por el contrario, en Argentina la corrupción es tan descarada, desprolija y burda que llega a ser chabacana y flaite. Aquí en Chile a lo más que se llega es a un fundo o a una casa en la playa, pero rara vez a palacios dignos de un scheik árabe con cancha de fútbol, piscina olímpica, sauna y helipuerto.
Las repercusiones de “Periodismo para Todos” ha cruzado la cordillera, y ha surgido un inusitado interés por el programa de Lanata en Chile. Si bien el año pasado tuvo una cobertura más bien limitada, este año la cosa explotó. Ya tenemos varias notas y columnas en medios escritos, una entrevista en el “The Clinic” y sendos reportajes, con entrevistas incluidas, en “Teletrece”, «Más Vale Tarde” y “Alfombra Roja Prime”. En este último programa, surgió el tema de quién podría ser el “Lanata chileno”, es decir, que personaje del mundo de las comunicaciones en Chile tendría un perfil similar al del “gordito golpista”.
¿Cuáles son los atributos que tendría que tener un “Lanata chileno”? Creo que al menos cuatro: 1) Credibilidad periodística. Hacer investigación periodística rigurosa y de primer nivel; 2) Marcar la agenda pública y provocarle al menos un fuerte dolor de cabeza en las estructuras de poder; 3) Tener un notable manejo de la ironía y el sarcasmo, y no ser grosero aunque use palabras fuertes; 4) Incluir elementos de show, comedia e incluso de farándula. A la luz de estos cuatro requisitos, procederé a continuación a analizar a los posibles “Lanatas” chilenos:
Tomás y Nibaldo Mosciatti: Los “hombres ancla” de la Radio Bio-Bio son el paradigma máximo en Chile del periodismo independiente. Sus comentarios son asertivos y sin pelos en la lengua, y su rigor periodístico está fuera de dudas. Por algo el hijo de Michelle Bachelet desistió de la querella en contra de Tomás por injurias y calumnias, al ver que el hombre de los suspensores al estilo “Larry King” no iba a dar su brazo a torcer. Sin embargo, su capacidad de influir en la agenda es más bien limitada (no he sabido que hicieran caer a alguna autoridad), y no manejan ni el sarcasmo ni hacen show. No les interesa, no es su estilo y si lo intentaran les saldría mal.
CIPER: En cuanto a rigor periodístico y capacidad de marcar la agenda pública, el colectivo de periodistas liderado por Mónica González han sido tanto o incluso más efectivos que Lanata. Gracias a ellos, se han destapado escándalos como los de la U del Mar, las acreditaciones y los problemas del INE. Sin embargo, al igual que los Mosciatti, lo suyo no es el sarcasmo ni el show.
Nicolás Copano: Ha reconocido que es admirador y seguidor del estilo del “gordito golpista”. Lo suyo es exactamente al revés de los Mosciatti y de CIPER: maneja el show y el sarcasmo, pero le falta mucho en cuanto a lo periodístico y a la capacidad de marcar agenda. No hace investigación periodística, sino que más bien se ríe de la actualidad. Es un Lanata en proceso de formación. Quizás en 20 ó 30 años más, con más experiencia y bagaje periodístico, pueda llegar a serlo.
Fabrizio Copano: Alguien lo nombró en “Alfombra Roja Prime”, pero no tiene nada que hacer en esta lista. Es un buen comediante de stand-up y nada más. De periodismo, nada. Es como poner a Pablo Zúñiga o Felipe Avello.
Eduardo Bonvallet: Durante la segunda mitad de los 90, en su época de mayor auge radial en las radios Portales, Nacional y Zero, y en La Red, podría decirse que el «gurú» fue un “Lanata” dentro del ámbito del fútbol chileno. Por otra parte, más que Lanata, el símil argentino de Bonvallet estaría entre Guillermo Nimo y Norberto «Ruso» Verea. Acertó medio a medio en varias ocasiones (con el error de contratar a Xabier Azkargorta como DT de la selección; con las denuncias de corrupción contra el entonces presidente del Comité Olímpico de Chile Sergio Santander Fantini, posteriormente sancionado por el Comité Olímpico Internacional; con las denuncias de malos manejos en la directiva de Colo-Colo encabezada por Peter Dragicevic, que llevaron posteriormente a la quiebra al equipo popular, etc). Además, tiene sentido del show, aunque tiende a pasarse de la raya con sus dichos (Lanata dice palabras fuertes, pero nunca insulta). Sin embargo, algunos escándalos públicos y su fracaso como DT en Deportes Temuco le hicieron perder credibilidad. En la actualidad, después de derrotar al cáncer, hace sus comentarios a través de Terra TV, pero es apenas una caricatura de lo que fue alguna vez. Fuera del ámbito futbolístico, el «Bonva» tiene poco y nada que hacer. Su recordada conversación con Augusto Pinochet tiene ganado un sitial de honor entre las entrevistas más «corneteras» de la historia.
María Luisa Cordero: Se autocandidateó en Alfombra Roja Prime. Si ella es parecida a Lanata, entonces yo soy Lady Gaga. No es más que una señora deslenguada que no puede controlar su incontinencia verbal. Se le respeta su condición de médico psiquiatra, pero lo suyo no es periodismo. Además, perdió credibilidad con el tema de las licencias falsas.
Pamela Jiles: Tenía las potencialidades para serlo, pero desde que la echaron de «Informe Especial» por chanta y floja y se dedicó a la opinología, perdió credibilidad. En la farándula es ama y señora, pero no dio el ancho para el periodismo de verdad. Además, a diferencia de Lanata, que criticó a Alfonsín, Menem, De la Rúa, Duhalde y a los Kirchner sin arrugarse, la Jiles tiene un sesgo político claramente marcado hacia la izquierda.
Emilio Sutherland: Buen candidato. Hace muy buen periodismo, ha provocado efectos en la opinión pública, y sabe hacer uso del show y del humor, aunque está lejos de poseer el carisma de Lanata. Muchos lo criticaron injustamente por perseguir a los peces chicos en “En Su Propia Trampa”, siendo que tiene a su haber las investigaciones contra los diputados que iban a exceso de velocidad en la ruta 68, las acusaciones de pedofilia contra el ex Senador Jorge Lavandero y las de trata de personas contra el también ex Senador Francisco Javier Errázuriz. Ahora lo vamos a ver en doble rol: persiguiendo a los peces gordos en “Contacto” y burlándose de los peces chicos en “En Su Propia Trampa”.
Fernando Paulsen: Es asertivo como comentarista, pero que yo sepa no hace periodismo de investigación, no hecho caer a nadie ni ha marcado la agenda. Además, no hace show y no tiene un gran manejo de la ironía como si lo tiene, por ejemplo, Aldo Rómulo Schiappacasse. Lo mismo rige para otros como Fernando Villegas, Alejandro Guillier y Ricarte Soto.
Julio César Rodriguez: Quizás en su época en “La Nación Domingo” marcó pauta con denuncias como las del Comando Conjunto. Pero cuando se metió en la TV, se desperfiló y se convirtió en rostro y opinólogo. Tiene potencialidad para ser un Lanata, pero no ha tenido o no ha buscado los espacios para ello.
Constanza Santa María: En el 2002, en la gloriosa temporada de “Pantalla Abierta” cuando conducía en dupla con Cristián Sánchez, hacía un periodismo muy similar, aunque con mucho menos presupuesto, que el de Lanata. Marcó agenda con la denuncia de nepotismo en contra del entonces congresista Jaime Naranjo, y se usaba el recurso humorístico de manera bastante parecida a «Periodismo para Todos», aunque de forma más bien amateur. Años después, hizo un excelente programa periodístico llamado “Corresponsal”, de similar factura a documentales posteriores de Jorge Lanata como “Deuda”, “BRIC” y “26 personas para salvar al mundo”. Se podría decir que fue nuestra “Lanata con faldas” una década antes que Lanata. Ahora es una respetable conductora de noticias y una temible entrevistadora, pero alejada del perfil del “gordito golpista”.
Víctor Gutiérrez: En mi opinión, lo más cercano que hay en Chile a Jorge Lanata. Tiene a su haber la investigación sobre el Comando Conjunto de “La Nación Domingo”, salió al baile en el «caso Spiniak» y fue protagonista central del escándalo por pedofilia contra Michael Jackson, que tuvo repercusión planetaria. Sus “pildoritas” son verdaderos “supositorios de ají”. Hasta ahora, nadie ha sido capaz de desmentirlo. Además, sabe hacer show y tiene manejo de la ironía y del sarcasmo. Lamentablemente se está “perdiendo” en el periodismo de farándula, pero si se decidiera a meterse en la actualidad política, sería casi tan temible como el “gordito golpista”.