Luego de un año durísimo, la conductora del “Buenos Días a Todos” quedó por descarte como el principal rostro del canal estatal. El próximo año se le viene brígido, pues tendrá que encabezar el esfuerzo del matinal por recuperar terreno, y además se viene el tema presidencial, con su marido en el centro de la polémica.
¡¡Qué año horrible el de TVN!! Con la sintonía por los suelos y las finanzas deprimidas, ha tenido que ajustarse el cinturón de manera drástica. Cual reality, prácticamente todos los rostros fuertes de entretención dejaron el canal estatal por diversos motivos: Fernando Solabarrieta, Jordi Castell, José Miguel Viñuela, Claudia Conserva y hace poco Julián Elfelbein. Para la sucesión, están Javiera Contador y el recién contratado Cristián Sánchez. Con ello, el rostro de mayor peso que va quedando es Karen Doggenweiler. La rubia periodista sureña tendrá la gran responsabilidad de encabezar la reformulación femenina del “Buenos Días a Todos” que buscará rescatar al clásico matinal de TVN de su actual crisis.
La bella periodista ha logrado construir una carrera sólida y consistente. Partió como reportera de prensa, hasta que se transformó en la partner de Felipe Camiroaga en un reemplazo veraniego en el Matinal. De ahí, juntos condujeron el “Pase lo que Pase”, en donde se transformaron en una de las mejores duplas de la historia de la TV chilena. Con ello, su carrera levantó vuelo. Vinieron la titularidad en el “Buenos Días a Todos”, la animación de diversos programas de entretención y la conducción de festivales como Iquique, Antofagasta, La Pampilla y Olmué. Además, logró rehacerse en lo personal, formando una linda familia junto con Marco Enriquez-Ominami.
Ha construido una carrera meritoria en base a sus logros. Una mujer bella, encantadora, risueña, con dosis de picardía (Larry Moe la describió en una ocasión como “deliciosamente punga”) y que con el tiempo ha desarrollado un gran manejo de los escenarios. Su labor en el pasado Festival de Olmué fue simplemente notable, y estoy seguro que daría perfectamente el ancho para ser anfitriona del “Monstruo” de la Quinta Vergara.
Junto con esto, su condición de esposa del líder del PRO y presidenciable Marco Enríquez-Ominami (ME-O) la coloca en una situación bastante particular. En las dos últimas elecciones tuvo que pedir permiso sin goce de sueldo para acompañar a su marido en sus aventuras presidenciales. Quiérase o no, Karen es una de las mayores fortalezas mediáticas de la candidatura de ME-O, y puede ser más necesaria que nunca ahora que fue involucrado en el escándalo de SQM. Lo curioso es que, al menos hasta ahora, su relación con ME-O no ha afectado para nada su carrera televisiva. Se ha mantenido incólume como uno de los rostros top del canal del estado durante los cuatro años del gobierno de Sebastián Piñera y en lo que va transcurrido del segundo gobierno de Michelle Bachelet, con los cuales ME-O ha tenido diferencias y encontrones no menores. Contrasta con la situación de Consuelo Saavedra, cuya condición de esposa de Andrés Velasco ha significado en la práctica perderla (lamentablemente) como conductora de noticias y entrevistadora de actualidad.
En este último tiempo algunos trolls han puesto sus chaqueteros ojos en ella. La tratan de “la vieja que se cree joven” (con el debido respeto, está como quiere a los 46 años, mejor que muchas jóvenes), la responsabilizan de la crisis del matinal, piden su salida y aluden a que ella es la que mantiene a su marido, que sería una suerte de versión “progre” de Paribeth. Todas críticas injustas e inmerecidas. La crisis del “Buenos Días a Todos”·tiene una explicación mucho más compleja que un supuesto mal desempeño de los conductores. Karen estuvo al pie del cañón en la etapa posterior a la tragedia de Juan Fernández, donde el recién desvinculado Julián Elfenbein asumió el “fierro caliente” de ocupar el lugar dejado por un Felipe Camiroaga transformado en ícono de la cultura pop después de su muerte. Además, fueron perdiendo puntales por despidos (Patricio Frez), renuncias (Mauricio Correa) y muertes (Ricarte Soto, Tata Díaz). Ello, sumado a la crisis de la industria televisiva, administraciones deficientes y la irrupción del fenómeno de la “Mega-Aplanadora”, explican la actual coyuntura. Por otra parte, Karen Doggenweiler tenía una carrera consolidada desde antes de casarse con ME-O, y tal como señalé antes, ese hecho pudo jugarle más en contra que a favor en términos televisivos.
A falta de La Moneda, se podría decir que Karen Doggenweiler es la “Primera Dama” de TVN. Es por masacre el rostro televisivo más fuerte que le va quedando a TVN, al punto que, de no surgir rápidamente otros, el canal estatal va a estar complicado si ME-O se presenta nuevamente a presidente el 2017 y Karen deja temporalmente la TV para apoyarlo como en las veces anteriores. Lo que se le viene a la Doggenweiler es no menor: tratar de ”encender la pantalla” de TVN, en especial en un “Buenos Días a Todos” cuya existencia corre serio riesgo de no remontar; y además, navegar junto con ME-O un complejo momento político, con elecciones municipales ad-portas y las presidenciales a la vista.