Seis meses alcanzó a estar en el matinal de TVN el rostro de Chilevisión y Mega. Sin embargo, a casi un año de su despido, el balance que realiza no es el mejor. «Fue rara la salida», confesó en el programa «El Interruptor» de Via X.
Para Mario Velasco llegar a TVN era todo un sueño como profesional. La oferta de sumarse al entonces «Buenos Días a Todos» era una oportunidad que no podía dejar pasar, por lo que dejó varios proyectos de lado para sumarse al programa que, en ese entonces, ya había vivido múltiples reestructuraciones.
“Iba en un rol en el cual tenía que tratar de soltar un poco la mano, tallas, humor, cosas. Desordenar a mis compañeros que, en el fondo, en relación a los temas que se tocaban en ese momento en el matinal, ¡era muy difícil! Porque si la Andrea Aristegui estaba hablando en serio de lo que estaba pasando con Nabila Rifo, yo no la podía webiar. O era muy difícil entrar”, relató a José Miguel Villouta.
A eso, agregó que «pasaban momentos en el programa en el cual me costaba mucho intervenir. Era otra posición, el hecho de que llegues como animador o, si tú aprendiste a animar un programa, a que te pongan como panelista. Porque también hay cosas técnicas que no manejas y tienes que aprender a hacerlo. Como en el fútbol, si juegas al arco y te ponen de delantero, puedes llegar a ser bueno, sí obvio. Pero viene de la mano de la práctica y de otros códigos que yo no los entendía bien todavía. Y en un lugar donde ni mis jefes no entendían muy bien qué estaba pasando y para dónde iba el barco”, consignó Glamorama.
Respecto a su salida, Velasco aseguró no saber las razones reales de por qué lo sacaron. Durante agosto, cuando el matinal no fue al aire por los Juegos Olímpicos, contó que fue a Chiloé a grabar varias secciones. «Y, en la vuelta del programa, yo tenía cosas grabadas, secciones nuevas. Supuestamente entrábamos con otro estudio del que yo había entrado, que había durado unos cinco meses. Un estudio que vale muchas lucas. Entonces ahí tú dices ya desde el estudio no están convencidos de lo que están haciendo. ¿Quiénes? No sé bien. De las personas con las que yo trabajé ese año no hay ninguno. No está la Javiera Contador, no está la Karen Doggenweiler, no está Jaime Coloma, no está Gustavo Huerta. Tú dices chuta, no fui el único, el hilo no se cortó por lo más delgado y no fui el único que salí. Salieron muchos”.
«A mí lo que me dolió mucho fue una cuestión en relación a mi contrato. Cuando me llaman, yo estaba armando una empresa de marketing, ya la tenía funcionando hace un año. Me había pasado lo mismo en «Yingo» y dije chuta, yo perdí una empresa de marketing que hoy es muy grande, porque le dediqué tiempo a la televisión. En ese momento tenía 27, ahora tengo 37, no me puede pasar lo mismo. Entonces, lo único que te pido, no me mejores las lucas, no me des estacionamiento, no me consigas canje de ropa. Pero mi contrato tiene que durar un año, pase lo que pase conmigo, porque es la única manera que yo apueste. ‘Sí, sí, perfecto’. Pasaron dos meses que yo estaba al aire y todavía no tenía mi contrato en la mano, por ende no recibía sueldo», afirmó.
Luego, asegura que “un día entra un productor al estudio y me hace firmar. Y las condiciones de ese contrato no eran las mismas que yo había hablado. Al momento que me echaron, entendí que estaba la cláusula tres punto cuanto, que era que te podían avisar con quince días de anticipación que te dejaban de pagar tu sueldo, porque te estaban echando”.
“Eso me dolió, porque esperaba bastante más seriedad del canal. Había estado trabajando en canales que se estaban formando, como Chilevisión, antes de que fuera Sebastián Piñera, era un canal más hippie, era como un colegio chico, tú conocías a todo el mundo, te saludabas con todo el mundo, con toda la gente que trabajaba tras la pantalla también. Y así y todo, fue mil veces más ordenado. Con Mega lo mismo, en la transición, cuando lo compra el Grupo Bethia, exactamente lo mismo. Un canal que sí estaba pasando por una transición importante, pero así y todo respondieron más ordenado. Una empresa que yo esperaba más seria y que siempre había querido trabajar ahí”, sentenció.