Ayer, el periodista José Antonio Neme reveló en el matinal «Mucho Gusto», los duros momentos que tuvo que vivir en su colevio producto del bullying que sus compañeros le hacían. Allí, el rostro del departamento de prensa señaló que “más que el acoso y el asedio” que el aprendió a bancarse, lo más doloroso es que casi siempre se trata de un grupo “al cual uno quisiera pertenecer”
“Uno quería ser presidente de curso, uno quería ser elegido algo, uno quería que te quisieran, uno quería que te convocaran a los juegos. Es un grupo que, desde la mente infantil, debería quererte. Porque la pregunta que se hace uno como niño no solamente es ‘por qué me molestan a mí’. Y uno es tan autoflagelante que muchas veces dice: ‘Tienen razón, si soy gordo, o soy espinilludo, o soy feo, o soy amanerado, en fin. Yo miraba a los que salían presidentes de curso siempre. O sea, ‘pucha, siempre los eligen a ellos, qué tienen ellos que yo no tengo”.
Producto de esto, además, reveló el miedo que tenía a pasar por lugares muy concurridos dentro del establecimiento. “En sexto, séptimo, octavo, no podía, no podía, no podía, eran gritos… Yo buscaba rutas, en el recreo, en el colegio, rutas solitarias, para no pasar, porque yo sabía que si yo pasaba por un lugar donde había mucha gente, muchos alumnos, eso era bullying seguro. Conocía ya el camino detrás del kiosco, o la ruta por los baños, en fin. Ahora, que me escogieran para hacer algún tipo de acto, Fiesta Patrias, Navidad, era un terror. Cuando decían ‘usted va a ser el huasito’, yo decía ‘¡chuta!’. O sea, subirme a un escenario”, dijo.
Neme contó que uno de sus más grandes miedos era que sus padres se enteraran de la situación. Es por eso que «no quería que mi mamá entrara al colegio. Mi mamá me decía ‘te paso a buscar a las dos de la tarde’… (y yo le respondía) ‘Ya, entonces yo te espero dos cuadra fuera del colegio’. Mi mamá me decía, ‘¡pero por qué! ¡No! Yo llego, entro…’ (y replicaba) ‘¡No, no, no! ¡No, mamá! Yo te espero porque vamos a ir a comer algo con unos amigos”.
Para eso, inventaba pretextos “porque la escena de que mi mamá entrara al colegio y viera, presenciara un bullying, lo percibiera, a mi me angustiaba, porque me daba mucha vergüenza yo ser su hijo”.
Debido a los malos ratos, es que el periodista se niega rotundamente a saber o ver a quienes lo acompañaron en su infancia y adolescencia. “Yo a mis compañeros del colegio no me interesa verlos nunca más, y lo digo abiertamente. He recibido varios correos, y probablemente algunos de ellos me están viendo ahora. No quiero saber nada de ellos. No me interesa volver a juntarme con ellos y punto. Así es que no me escriban ni en redes sociales, ni en Facebook, ni en nada”, enfatizó.