El controversial actor conversó con los periodistas Jorge Sepúlveda y Victor Schwencke sobre su carrera y el acontecer sociopolítico del país.
En una reciente entrevista con el podcast Reyes del Drama, Pablo Schwarz recordó sus inicios en televisión, cuando llegó a un casting en TVN junto a su entonces compañera de teatro Ángela Contreras, para ser parte de la teleserie «Ámame».
“Yo no pretendía ir a esa huevá. Me preguntaron si quería participar del casting y quedé. Me pagaban 80 lucas al mes… ¡Me forré!”, recordó entre risas. Además, agregó que nunca tuvo ningún tipo de contrato legal con TVN, ni Canal 13.
“Nunca el señor Andrónico Luksic, ni el Estado, me impuso un peso en la AFP. Nunca me metieron nada a Fonasa, jamás. Nunca tuve vacaciones, ni derechos laborales. Ningún actor los tiene hasta el día de hoy”, recalcó.
Destacó también las profundas diferencias entre los actores-rostros y el resto del elenco: “Muchísimas diferencias. Los sueldos pueden variar desde los 20 palos a las 80 lucas que te conté recién. A un actor le están ofreciendo 200 mil pesos bruto por la citación. No vale la pena. Mucha pega para tan poca plata”, aseguró.
Al consultarle a Schwarz sobre cómo es su relación con la televisión, medio del cual ha formado parte, pero también criticado ampliamente, señaló que “no le tengo mala a la tele. Me gusta la televisión. Lo que no me gusta es en lo que se ha transformado. Podría ser un excelente vehículo cultural en todo su espectro».
«Creo que desde el 2000 para adelante ha ido cuesta abajo. Después de Pinochet hubo una apertura de cosas que televisión que hoy en día estarían prohibidas. Ahora la televisión no corre ningún riesgo, es simplemente mercado”, manifestó.
Respecto a las teleseries, formato en el que Schwarz participó desde inicios de los 90 por más de una década, asegura que actualmente son una basura. “No se acaban nunca. Me da pena, porque hay muchos colegas que yo los estimo muchísimo, y que entiendo que estén ahí, porque hay muy pocos lugares donde uno siendo actor en Chile pueda comer, pagar las cuentas mes a mes, menos ahora que están los teatros cerrados, pero son horribles”, remató.