El año pasado Juan Pablo Medina vivió una dramática experiencia que cambió su vida para siempre: el actor mexicano (aunque nacido en Estados Unidos) de pronto comenzó a sentirse mal durante un rodaje, fue a ver al médico que se encontraba en el set y acabó hospitalizado.
¿El diagnóstico? Una grave trombosis, que obligó a los doctores a tener que amputarle su pierna derecha.
El hecho llevó a que Medina, que interpretó a Diego Olvera en “La Casa de las Flores”, naturalmente desapareciera de la escena pública para enfocarse en su proceso de recuperación, el que ha sido lento, pero satisfactorio, asegura él mismo.
En una charla abierta con sus seguidores por Instagram, el actor de 44 años reconoció que ha sido un período complejo. Para empezar, tuvo que acostumbrarse a usar una prótesis para poder caminar y el proceso de adaptación en ese sentido no ha sido nada fácil.
“Sí es un proceso complicado, pero yo hablo desde el privilegio, porque afortunadamente he tenido todo este tiempo gente que me ha ayudado, empezando por mi familia, mi novia, todos mis amigos y toda la gente que se ha mostrado de todas las maneras posibles”, aseguró el intérprete.
Medina sigue una rutina diaria de trabajos físicos apoyado por terapeutas, con los cuales busca retomar sus actividades cotidianas e idealmente regresar al mundo del cine y la televisión, donde ha desarrollado una larga y exitosa carrera que incluso traspasó las fronteras de su país. Demostrando ser un ejemplo de superación, dijo estar “feliz, de verdad”.
“Estoy en un momento de mi vida muy tranquilo, tengo paz, estoy trabajando muchísimo”, aseguró.
Además, el tenis se ha convertido en una actividad que lo ayuda en su recuperación. “La oportunidad de volver a jugar… que, digo, jugar, jugar (tenis)”, comentó entusiasmado, agregando que fueron los encargados de su rehabilitación quienes decidieron juntar la terapia con este deporte. “No es que yo haya ido por mi parte a jugar tenis”, confesó.
Juan Pablo Medina finalizó el contacto con sus seguidores enfatizando la importancia que tiene el mantener la fortaleza mental en situaciones como la que a él lo tocó vivir.
“Todo eso metido en la cabeza varios días mientras estaba hospitalizado, y entonces… a mí lo que me ha ayudado muchísimo, además de todo lo que dije, es el trabajo con el psiquiatra, con el psicólogo. Creo que eso es importantísimo”, concluyó.