A finales del año 2021 Ingrid Parra se convirtió en madre por primera vez: nació su hijita Emma Ignacia. Pero lo que debió ser una circunstancia inmensamente feliz junto a su pareja tras varios años intentos fallidos de quedar embarazada, se convirtió en un motivo de profunda angustia.
La actriz sufrió depresión posparto, un delicado trastorno que puede llevar a la nueva mamá a sentirse desesperanzada, inútil, sin interés por la guagua e, incluso, con deseos de autolesionarse. La condición de Ingrid Parra llegó a este nivel.
Invitada a Sin Culpa de TV+, en una parte del programa se refirió a su forma de ver la vida actualmente, indicando que trata en lo posible de no planificar demasiado las cosas. “Trato de relajarme ahora porque pasé por un momento demasiado oscuro, muy estresada y con muchas pastillas”, señaló.
Fue entonces que se refirió a todo lo que experimentó tras el nacimiento de Emma.
“¿Y si el auto se desbarranca?”
“Yo estuve con depresión posparto y después tuve otro tipo de depresión”, contó. Se estresaba mucho por el futuro, dijo.
El deterioro de su situación mental fue tal, que en una ocasión tuvo el impulso de atentar en contra de su vida mientras manejaba.
“Iba en el auto por la radial (nororiente) y yo decía ‘¿qué pasa si mi auto se desbarranca?’”, confesó.
“Llegué a un punto de decir ‘¿qué pasa si acelero en esta curva y mi auto se va a la punta del cerro, y chao?’”, continuó.
Reconoció que finalmente no lo hizo por miedo. “Uno es cobarde, hay que tener muchos cojones para tomar la decisión de matarse”, sentenció. “No lo hice, pero lo pensé”, agregó.
Fue cuando comprendió que debía hacer algo para salir de ese pozo sin fondo. “En ese momento en que supe que necesitaba ayuda”, dijo.
De hecho, estuvo con bajo tratamiento psiquiátrico y psicológico y tomando medicación. De esa forma ha podido ir superando la depresión.