Durante la tarde del lunes 8 de agosto del 2022 dejó esta tierra la gran Olivia Newton-John. La noticia causó conmoción mundial, y no es para menos. Es que ella fue un ícono generacional, parte de la banda sonora de los que fuimos niños en los años 70 y 80 del siglo XX. Aunque “Physical” fue su último gran hit internacional, y posteriormente le tuvo que ceder el título de Reina del Pop a Madonna, su gran trayectoria previa, y en especial su inolvidable actuación en la película musical “Grease”, la transformaron en una artista querida y respetada en todo el planeta.
Al igual que los Bee Gees, nació en Inglaterra. De muy joven se trasladó a Australia, donde inició su carrera como estrella juvenil, para posteriormente volver a Reino Unido. Partió cantando “If Not For You”, tema compuesto por Bob Dylan y previamente cantado por George Harrison, e incursionó en la música Country, en donde logró destacar con canciones como “Jolene” y “Let Me Be There”. Una hazaña no menor que un joven cantante inglesa-australiana lograra marcar presencia en el género machista y estadounidense por excelencia.
En 1974 representó a su país en la que es considerada edición más icónica de la historia del Festival de Eurovisión, aquella que marcó el inicio del fenómeno ABBA después de su triunfo con “Waterloo”, y donde tuvo como competidores a grandes artistas de la época como el español Peret y la Italia Gigliola Cinquetti. Su cuarto lugar con “Long Live Love”, le permitió adquirir el impulso necesario para entrar en Estados Unidos, posicionándose como una de las grandes baladistas de los años 70.
Sin embargo, su entrada definitiva a la posteridad fue con “Grease”, esa entrañable película musical en donde hizo una notable dupla con John Travolta en el papel de la rubia perna y angelical que se enamora del chico rebelde. El soundtrack de esta película es parte de la banda sonora de nuestras vidas. La soberbia balada “Hoppeslely devoted To You” fue nominada como Mejor Canción Original en la entrega de los Oscar de 1978, perdiendo con “Last Dance” de Donna Summer de la película ícono de la Onda Disco “Thank God It’s Friday”.
Ya entrados en los 80, Olivia participó en “Xanadú”, en la cual se asoció con la banda ELO (Electric Light Orchestra) y en el que compartió roles con el legendario actor y bailarín Gene Kelly, en el que fue su último gran rol cinematográfico. Aunque la película no fue un gran fenómeno de taquilla y fue maltratada por los críticos, su banda sonora fue un exitazo, destacando las canciones “Xanadú”, “Magic” y “Suddenly”, esta última a dúo con Cliff Richard.
Su último gran éxito a gran escala fue “Physical”, uno de los mejores “Caballos de Troya” de la historia del pop. Su apariencia de canción de gimnasio escondía una de las letras más sexualmente explícitas de la historia del pop. Aunque fue criticada y hasta censurada, logró convertirse en número 1 en varios países y le entregó su último Grammy en 1984.
Luego de ese hito, su carrera musical pasó a segundo plano, siendo desplazada por gente como Madonna, Cindy Lauper, Mariah Carey, Whitney Houston y Celine Dion. En 1992 se le detectó un cáncer de mama, y a partir de ese momento se transformó en un notable ejemplo de valentía y entereza. Luchó contra la enfermedad durante treinta años, logró controlarlo la mayor parte del tiempo, y aprovechó su experiencia para generar conciencia al respecto y usó su dinero, fama e influencias para potenciar la investigación científica al respecto.
Musicalmente fue toda una crack. De una belleza angelical, encantadora, carismática, irradiando simpatía por todos lados, y con un talento vocal indiscutible. Además, sumamente versátil. Se paseó por el rock, el pop, el country, la balada y en todos los géneros destacó. Fue inolvidable en su rol de “chica buena” de “Grease”, pero supo desdoblarse y mostrar su lado pícaro y provocativo en “Physical”.
Tuve el privilegio de verla actuar en vivo en el Casino Enjoy de Viña del Mar el 2016, en donde montó un espectáculo muy parecido al de su memorable presentación en el Festival de Viña del año siguiente. A pesar de su edad y las esperables secuelas de su enfermedad, Olivia nunca perdió su presencia y encanto sobre el escenario, su voz lucía espectacular y derrochó simpatía a raudales. Una profesional a carta cabal, y además humilde y de gran trato, como la recuerdan Carola de Moras y Rafael Araneda, la dupla de animadores que tuvo el privilegio de presentarla frente al Monstruo.
Como bien dijo su histórico partner John Travolta en su Instagram, su impacto fue increíble e hizo que nuestras vidas fueran mucho mejores. Es una notable coincidencia del destino que Olivia muriera un 8 de agosto, el mismo día del estreno de “Xanadú” en 1980. Tal como su personaje de Terpsícore en dicha película musical, Olivia fue una auténtica musa, no solo como cantante y actriz, sino que también en su vida personal. Nos regaló hermosas canciones, lindos recuerdos y una clase magistral de entereza frente a la adversidad.
No sabemos si llegó al cielo arriba del descapotable en el que viajó junto a Travolta al final de “Grease”, o arriba de unos patines como en “Xanadú”. Lo que está claro es que el cielo se viste de brillantina para recibir a esta leyenda inolvidable.