El nuevo reality de Mega “Resistiré” ha tenido un -en el mejor de los casos- discreto desempeño en rating, y ha estado lejos del odioso monopolio de sintonía logrado por programas similares como “Doble Tentación”. El canal de Heller le puso muchas fichas a este programa para extender su reinado: hizo una alianza con MTV, y llevó a Karol Lucero y a la recién contratada Diana Bolocco como rostros. Sin embargo, hasta ahora la apuesta no ha dado los resultados esperados. Los conflictos, intrigas, competencias y en especial el bullying desenfrenado que otrora atraían sintonía como la miel a las moscas, ahora no parecen funcionar. Ni el evidente “tongo” del supuesto romance entre Bolocco y su compañero de conducción sirvió para algo.
El fuerte de “Doble Tentación” estuvo en las peripecias de esa verdadera máquina de hacer bullying que es la española Oriana Marzoli, a quien no pudieron llevar al nuevo reality por problemas judiciales justamente derivados de ese programa. En su reemplazo, se trajeron a algunos “especialistas” en provocar como Ariel Levy, Aída Nizar o Alex Caniggia. Sin embargo, ninguna de sus “travesuras” ha logrado levantar el rating.
¿Será que la “mala onda” ya no vende? Aunque aún es muy pronto para dictar sentencia, lo que está pasando con “Resistiré” es coherente con el ambiente cargado de corrección política que se vive en estos momentos en Chile. El bullying, que ha existido desde siempre, está (¡¡al fin!!) recibiendo la atención que corresponde. Vivimos en un ambiente con corrupción en el Ejército, corrupción en Carabineros, la Iglesia Católica vuelta loca con sus escándalos de pederastia y encubrimiento, suicidas tirándose a las líneas del metro o desde lo alto del Costanera Center o desde la cima del Morro de Arica, etc. Con una mano en el corazón, viviendo un día a día cargado de toxicidad emocional, ¿quién tiene el estómago para llegar a la casa y ver a un grupo de pendejos hedonistas e inmaduros haciéndose bullying colegial frente a las cámaras? Mejor ver algo sano y entretenido, como “Pasapalabra” o “Lugares que Hablan”, o Netflix, o Youtube. Desde el episodio de los 33 mineros (uno de los cuales, Mario Sepúlveda, participa en “Resistiré”) que la vida real ha demostrado ser mejor reality que los realities. Tal como dijo Fran García Huidobro en una entrevista en LUN, los verdaderos “tongos” no ocurren en la farándula.
Los “provocadores” son necesarios en la TV. Son los personajes más atractivos e interesantes, los “villanos” de las teleseries que mueven la trama, los “irreverentes” que, en último término, son los que hacen evolucionar la industria. El tema es cuando pasan ciertos límites de comportamiento y llegan a la “mala leche” y la toxicidad emocional que no aportan nada ni a nadie. Hay una gran diferencia entre provocadores legítimos como Patricia Maldonado y Raquel Argandoña en los matinales, o Yerko Puchento en ”Vértigo” y gente derechamente ofensiva como Oriana Marzoli con sus ataques racistas o Emeterio Ureta haciendo apología del acoso sexual. Es una gran noticia que la “mala onda” esté dejando de ser televisivamente atractiva y pase a ser repudiada, y que sus instigadores sean apartados de las pantallas. Sin embargo, esto implica pagar un costo en tener menos provocadores legítimos. El mismo Yerko quedó offside el año pasado y no lo tendremos en pantalla al menos por este año. La Doctora Cordero tuvo que recular después de su entredicho con la alcaldesa Cathy Barriga. De estar vivo y haber mantenido su estilo, ¿Eduardo Bonvallet habría tenido pantalla en la actualidad?
Habrá que estar atento a lo que pase con “Resistiré”. ¿Logrará remontar o seguirá en su actual nivel? Lo que suceda le dará una gran señal a la industria acerca del destino de los realities, que implican una gran inversión que solamente se justifica si se logran grandes ratings y repercusión mediática. Tal como van las cosas, resulta dudoso que Mega quiera insistir con otro en el futuro.