El viernes 15 de marzo, y en vivo, Mega estrenó su nuevo programa de comedia. Fabrizio Copano y Compañía prometen remecer el ambiente televisivo con su nueva propuesta. En el debut arrasaron en rating y dieron que hablar, y hay expectativa respecto a lo que puedan ofrecer, en especial considerando el talento de los integrantes del elenco.
Mega en busca de las risas perdidas. La comedia es una asignatura pendiente para el canal de Vicuña Mackenna desde el final de Morandé con Compañía (MCC). Posteriormente al fracaso de “Mi Barrio”, los buenos resultados de “Paola y Miguelito, la serie” y la resurrección de “Casado con Hijos”, han optado por darle las riendas al mejor exponente nacional del stand up.
Fabrizio Copano llega en su peak. Con lo que ya lleva de carrera, el otrora “Copano chico” ya tiene un lugar en la mesa de los grandes de la historia de la comedia nacional junto a Coco Legrand, Lucho Navarro y Stefan Kramer. Luce y destaca en la tierra donde se inventó la comedia stand up, donde ha logrado hitos importantes como actuar en el late de James Corden -el mismo que lo apañó con un cariñoso video hace pocos días-; ha sido capaz de trascender idiomas -haciendo rutinas en inglés, español y chileno-, e incluso idiosincrasias -hace poco actuó en un show para la realeza de los Países Bajos-, algo difícil de lograr para un comediante; y viene de dos exitazos notables en el Festival de Viña, en especial el del 2023 cuando le tocó actuar después del soberbio show de Christina Aguilera y dio vuelta en menos de un minuto a un monstruo enardecido que habría devorado a cualquier otro comediante.
El Clan Copano la lleva con todo. Fabrizio es uno de los capos máximos de la comedia nacional en la actualidad. Nicolás fue pionero nacional del streaming y es una de las voces más influyentes en el mundo radial con su matinal “Copano.News” en Radio La Clave. Y María José Castro, la futura esposa de Nicolás, es una de las dueñas de los podcasts de las “Amikas”, uno de los más relevantes actualmente a nivel nacional, e hizo una exitosa transición a la TV abierta al transformarse en rostro de TVN. No la han tenido fácil. Han tenido fracasos, se han pegado ranazos, y han sufrido (y siguen sufriendo) un hate tan injusto como impresionante, pero su persistencia les ha permitido cosechar copiosos frutos tras años de trabajo, innovación y propuestas interesantes e innovadoras.
Un verdadero “equipo galáctico” del humor. Fabrizio se hizo acompañar por un auténtico “Dream Team” de la comedia nacional actual. Está su compadre del “Club de la Comedia” Pedro Ruminot. Tiene como su “Yeruba” nada menos que a Luis “Don Comedia” Slimming, reciente triunfador de Viña, que además se trajo a sus partners del exitoso podcast “El Sentido del Humor” Marcelo “Coronel” Valverde -reciente triunfador de Olmué y con harta cara de Viña 2025- y Héctor Romero como libretistas; y dentro del elenco de actores destacan los comediantes Altoyoyo y Matías Tamayo, la ex integrante de “Políticamente Incorrecto” Karol Blum y dos insignes sobrevivientes del “Muro” de MCC: la “Eva” de “Las Iluminadas” María José Quiroz y el “Cajarito Tutu Tutu” Kurt Carrera. Es una pena que las desavenencias personales entre integrantes del “Muro” hagan imposible la llegada de Belén Mora y Toto Acuña en este equipo. La pareja que estuvo a cargo de “Políticamente Incorrecto” calzaría a la perfección en este programa.
Los riesgos de los “Dream Teams”. La presencia de tanto artista talentoso hace que las expectativas suban en torno al programa, lo cual suele ser un arma de doble filo. Aquí podemos tener un exitazo de aquellos, o un fiasco de aquellos. Hubo un caso de esto último en el mismo Mega, que fue el de “Desfachatados”, un intento de programa humorístico del 2013 cuyo elenco estaba conformado por: el elenco casi completo de “Casado con Hijos” en su época peak; el dúo de Pablo Zamora y Kurt Carrera; y las dos actrices de “Las Iluminadas” en su mejor momento. Con ese equipo, “Desfachatados” insinuaba un potencial tremendo, pero duró una sola temporada y pasó sin pena ni gloria. Otro caso fue “Kamaleón”, el jugado intento de Stefan Kramer por competirle a Yerko Puchento, donde invitó a la crema y nata de la comedia nacional, pero que no logró los resultados esperados.
Un late al más puro estilo “gringo”. Fabrizio se trajo el “know how” estadounidense para este tipo de programas. Ya había insinuado algo en ese improvisado intento de “Late” que hizo en Chilevisión hace algunos años, pero ahora tiene las espaldas y la experiencia suficientes para desarrollarlo con mayor propiedad. Todo en el programa alude a la cultura pop estadounidense: la escenografía a lo “Truman Show”, Fabrizio Copano vestido de smoking, los monólogos al mejor estilo de James Corden, Conan O Brien, Jamie Oliver y otros grandes conductores de lates gringos; la banda en vivo encabezada por Pedro Piedra, etc.
Un variopinto crisol de influencias. Aparte de la evidente impronta estadounidense, hay montones de referencias implicadas: El “Club de la Comedia”, “Morandé con Compañía” -aparte de Kurt y María José, el programa se realiza en el mismo set del programa de Kike 21, y tienen en su equipo a Ina Sáez, la histórica productora y mano derecha de Morandé-, el stand up de Ñuñoa, toda la influencia de la comedia clásica que viene de la mano de Don Comedia y sus boys, etc. Si logran armonizar todos esos elementos en algo consistente y con sentido, este programa podría transformarse en una auténtica bomba. Y tienen la gente capaz de hacerlo, comenzando por dos notables “nerds” estudiosos de la comedia, como Slimming y Fabrizio.
Un equipo “galáctico” en pretemporada. En el primer capítulo se insinuaron algunos de estos elementos. De partida, no es menor que el primer programa haya sido completamente “en vivo”, algo que no se estila mucho en la TV abierta en estos momentos. Mucho guiño a la actualidad, ironías como invitar a cuatro de los comediantes de Viña 2024 (Slimming, Alison Mandel, Lucho Miranda y Sergio Freire), mientras Javiera Contador abría el programa tratando de reírse de su guatazo en Viña, y Alex Ortiz cerraba el programa con un mini sketch junto a su madre; el cameo de un rostro emergente como Rodrigo Sepúlveda que ofició de “corpóreo” de Winnie The Pooh; la entrevista al presidente Gabriel Boric arriba del tren a Talca, muy a la usanza de las que se hacen los late de Estados Unidos, y donde se vio a un mandatario relajado y con sentido del humor. Había algo de desorden, ironías que no todos podían entender, un estilo de humor interesante, entretenido, aunque más bien de nicho, no tan fácil de asimilar para el televidente chileno medio. Hubo cosas notables, como la sección “Moteles que hablan” de Luis Slimming, las notables parodias de Karol Blum a Kathy Barriga e Irina Karamanos, y “Naya Fósil”, una joda al mejor estilo de MCC.
La falsa “batalla” contra el humor boomer. El hate contra “El Antídoto”, aparte de motivaciones políticas por la cercanía de Fabrizio al mundo “progre”, se centró en gran parte en añorar a “Morandé con Compañía” y su humor revisteril. Mega es la casa histórica de ese estilo de comedia que algunos funan y reniegan pero que, como quedó demostrado el año pasado en “El Purgatorio”, mucha gente echa de menos. De hecho, se ve un poco extraño que este programa se haga en el horario histórico de MCC, siendo que quizás era más esperable para Chilevisión o para La Red durante la “era octubrista” de Víctor Gutiérrez. Sin embargo, no veo incompatibilidades. No se aprecia un fanatismo “progre-ñuñoíno” de parte de los integrantes del programa. Incluso hubo una crítica descarnada al “ñuñoísmo” en la parodia de Karol Blum a Irina Karamanos. La presencia de Luis Slimming, que durante su rol en “El Purgatorio” demostró dominio de este tipo de rutinas y que literalmente llevó el “humor boomer” a un mayor nivel de excelencia artística en su aclamado show en Viña, puede indicar que los “viudos del Kike” pueden perfectamente tener un lugar en “El Antídoto”.
Una partida más que prometedora. En su primera edición, “El Antídoto” arrasó en sintonía un viernes, con 12,2 puntos de rating online promedio y un peak de 14,5 unidades, y logró una interesante repercusión en redes sociales, tanto de apoyo como de hate. Habrá que ver cómo se va desarrollando la idea en los siguientes capítulos. La acumulación de talentos en el elenco hace que las expectativas estén sumamente altas, y por lo mismo que las exigencias sean mayores. Nadie espera al nuevo «Jappening con Ja”, pero sí un programa que, aparte de hacer reír, dé mucho que hablar, trascienda de alguna manera y marque tendencias y hasta época. Que pasen sin pena ni gloria como “Desfachatados” sería un fracaso.