Ben Affleck, el actor que interpretó la última reencarnación de Batman, está hoy muy lejos de las heroicas hazañas del superhéroe de DC Comic y más bien se encuentra librando una dramática lucha en contra de sus adicciones.
Según han consignado medios como la revista Us Weekly o el diario español El País, Affleck recientemente volvió a comenzar un programa de rehabilitación para intentar superar su alcoholismo. Se trata de la tercera ocasión en que la estrella cinematográfica se somete a este tipo de procesos y, por lo que se comenta en Hollywood, esta vez colmó la paciencia de su ex mujer, la también actriz Jennifer Garner, quien antes siempre lo apoyó, en las buenas y en las malas, incluso después de separarse en 2015.
De hecho, la semana pasada Garner recibió su propia estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood y en la ceremonia estuvieron sus tres hijos (Violet de 12, Seraphina de 9 y Samuel de 6), junto a sus padres y amigos como Bryan Cranston o Judy Greer. No así Affleck. «Está cansada de ser su niñera», afirmó Us Weeklyen una publicación.
Los chismes hollywoodenses aseguran que Garner, harta del comportamiento de quien fue su compañero de ruta durante una década y hoy su relación es únicamente motivada por el bien de sus hijos. Ello la impulsó para convencer a Affleck de que debía iniciar una nueva desintoxicación, tras una recaída del actor en el alcohol, causada aparentemente por un estilo de vida mujeriego y bebedor que estaría llevando junto con su actual novia, Shauna Sexton, una chica Playboy de 22 años.
Según amigos cercanos a Garner, a ella no le preocupa con quien se acuesta su ex marido: su única preocupación es que se mantenga sobrio y poder confiar en él como padre.