La sonrisas y emoción que entregan cada una de las secuelas de “Toy Story”, ahora se han quedado congeladas tras la demanda que la familia del fallecido motorista Evel Knievel interpuso contra Disney y Pixar, acusándolos de haber utilizado la imagen del legendario acróbata sin autorización alguna.
El apuntado en cuestión es Duke Caboom, personaje que aparece en “Toy Story 4” y al que Keanu Reeves presta su voz, y por cuya inclusión no pactada en la producción, los hijos de Knievel exigen al estudio la suma de 75 mil dólares como indemnización. A ello suman los royalties por la figura, argumentando que la fuente de inspiración fue plagiada de un juguete basado en su padre lanzado en 1973.
Al respecto, Kelly Knievel, hijo mayor del estadounidense, aseguró en un comunicado para Entertainment Weekly, que la película fue más allá de lo aceptable en cuanto a una mera referencia. “Nunca he visto a los ejecutivos de Disney haciendo fila y preparándose para subir a una moto y saltar encima de 13 autobuses, ni recuerdo a muchos más canadienses temerarios de los ´70 (refiriéndose al personaje de Duke Caboon)”.
Asimismo, la demanda expone que el estudio pidió al elenco y al equipo de “Toy Story 4” que “hicieran todo lo posible para evitar usar el nombre de Evel durante las entrevistas”, para así no tener problemas con posteriores reclamos de uso de marca registrada.
Tras la acusación, los portavoces de Disney niegan las imputaciones, expresando que “no tienen bases sólidas y estamos dispuestos a defendernos vigorosamente en los tribunales”.