No fue ni por problemas de faldas ni triángulos amorosos. Lo de la histórica pelea entre Carlos Villagrán (“Quico”) y el Roberto Gómez Bolaño (“el Chavo”) estuvo lejos de aquella supuesta disputa por el amor de Florencia Mesa (“doña Florinda”). La verdad era más pedestre y terrenal: fama, ego y dinero.
Así lo reveló Villagrán en una reciente visita a Argentina, donde fue invitado al programa de Telefé, “La peña de Morfi”. En medio de las preguntas sobre su familia y comienzos en el mundo del espectáculo -donde contó que su sueño era ser futbolista o cómico, pero que se le dio más fácil lo segundo-, fue consultado por el distanciamiento con Gómez Bolaño y si era cierto aquello de que se disputaban el amor de Mesa. El actor mexicano dijo que la actriz nada tuvo que ver con el quiebre, que más bien fueron los celos que se produjeron por la trascendencia de su personaje.
“El programa tenía una popularidad total y absoluta. Hacíamos giras e íbamos a muchos países con sus conferencias de prensa, todo lleno de micrófonos y grabadores. Pero el 70 por ciento de las preguntas eran para Quico, porque estaba de moda. Entonces se empezó a despertar un poquito la ira, el egoísmo, el celo profesional y artístico. Poco a poco fue trepando más Quico en popularidad que el Chavo, y me sacaron del programa».
La ruptura final se produjo tras la gira que realizaron a Chile en 1977. “Cuando regresamos en avión a México de una gira que habíamos hecho por Chile, me dijo: ‘Mira, hay un déficit en los registros de los personajes’. Le dije: ‘Son tuyos los registros’. Pero me respondió: ‘Hay un déficit y debo quitarte algo de tu sueldo’. Le pregunté: ‘¿Cómo me vas a quitar si son tus personajes? Yo soy un intérprete nada más’. Él estaba buscando un pretexto para sacarme, nada más. Entonces le dije que me salía del programa”, explicó.
Tras ello, a las dos semanas renunció, por solidaridad, Ramón Valdés, “don Ramón”. “Así, Doña Florinda se quedó sin hijo para pegarle, La Bruja del 71 se quedó sin Don Ramón, y La Chilindrina se quedó huérfana», dijo, razones que llevaron a que el programa concluyera.
Villagrán contó que posteriormente, recibió una oferta desde la estación televisiva para un nuevo programa con su personaje, pero que terminó rechazándolo porque su jefe sería otra vez Gómez Bolaño. “Lo que quería hacer era sepultarme artísticamente, ponerme el pie encima. Así que le dije que no. Cuando salí a la calle me di cuenta: me había quedado sin trabajo”, relató el mexicano.
A pesar de aquellas rencillas, el actor comentó que antes de la muerte de Roberto Gómez Bolaño, ocurrida en 2014, ambos habían solucionado sus problemas y quedaron sin ‘temas pendientes’.