El profesional de la salud se enteró de la dura noticia mientras era emitido el programa «Bienvenidos», del cual es partícipe, por lo que decidió tomarse un momento para hablar directamente con los chilenos, antes de retornar a su hogar.
De esta forma, el doctor Juan Carlos Molina, geriatra de la clínica MEDS, comentó en el programa matutino de Canal 13: «Esto que parece un juego son vidas que se pierden, son chilenos que ya no están. Son igual que una biblioteca que se quema, una familia que se destruye. No salgan, las cuarentenas son para respetarlas, o sino, tal cual decía el otro día, vamos a estar hasta navidad en cuarentena, con todos los efectos colaterales que tienen que ver con: frustración, ira, violencia intrafamiliar, angustia, estrés, depresión y, en buena hora, sólo aburrimiento».
Ahí fue cuando el profesional comentó la situación personal que lo aquejaba: «Mientras estaba el informe, fallece mi cuñada que supuestamente hicieron la cuarentena. A lo mejor, en ir a comprar el pan, una vez, o a lo mejor otros elementos, una vez. Vale decir, aquí no hay que bajar la guardia, puede ser eso. Una vez. Vale decir, es un virus altamente contagioso, en ese escenario, control telefónico de parte, parecía algo que no era COVID, aguantando, aguantando».
«De un momento a otro, el día que volví al programa, la situación cambió, ya es distinto, ya no es fiebre, no es un “resfrío”, es más serio. Se hospitaliza mi cuñada, logro conversar con ella día a día, va saliendo y de un momento a otro, empeora. Es lo que se llama la inmunotrombosidad, vale decir, que es la respuesta de tu cuerpo porque no tenemos tratamiento», agregó.
Finalmente, Molina quiso realizar un homenaje a su cuñada, antes de romper en llanto: «Esta es la enfermedad de la soledad y nosotros somos sociales, va contra nuestra esencia, pero tenemos que hacerlo y un homenaje a Carmen Quiroz, mi cuñada, que muchos de los médicos que se formaron en la Universidad de Chile, ella los alimentó en el casino. Un abrazo y a cuidarnos todos (…) Esto lo hice carne yo, pero usted, cada uno de nosotros nos puede tocar, tengamos conciencia de eso. Nadie está libre. Acá el pituso no corre, nada corre, cuando te toca te toca».