En una reciente entrevista, el principal director de la exitosa teleserie vespertina de Mega, «La Ley de Baltazar», entregó una sorprendente información respecto a cómo fue el proceso para crear las historias, especialmente la de la hermana Margarita (Amparo Noguera).
Fue en ese contexto, que Nicolás Alemparte confesó la preocupación que los católicos presentaron por dicho personaje. «Nosotros hablamos con la Iglesia al principio, cuando concebimos la historia y decidimos que Margarita iba a tener un hijo con Baltazar», expuso de partida en Página 7.
«Nos reunimos los guionistas, la productora y la Iglesia Católica, hablamos con un obispo», contó, reconociendo que «fue, en rigor, una pedida de permiso para contar esta trama».
Alemparte aclaró que «es una historia familiar que se emite a las 20:30 horas, no queríamos faltarle el respeto a nadie. Ahí tuvimos las puertas abiertas a todo tipo de preguntas, nos hicimos asesorar por la Iglesia Católica».
«Obviamente nos hicieron algunos reparos”, se atrevió a afirmar, detallando que “nosotros acomodamos un poco la historia a esas recomendaciones, siendo lo más respetuosos posible, sobre todo por el horario. Si tú cuentas esta historia a las 22:00 horas, lo haces de otra manera».
Una religiosa «lo más cercana y humana posible»
Según lo que comentó Nicolás Alemparte, el obispo recomendó la hermana Margarita que fuera «una monja lo más cercana y humana posible», y que ellos como equipo también coincidían en que fuera una religiosa «súper blanca».
Sin embargo, admitió que querían de igual forma mostrar sus conflictos porque «los humanos cometemos errores… y hay errores que quedan plasmados en la vida”.
“Una de las gracias de ‘La Ley de Baltazar’ es que es muy representativa y Margarita refleja eso. De hecho, se lo dijo a Antonia hace poco: ‘Soy religiosa, pero también soy mujer y siento'», reflexionó.
Alemparte afirmó que «Con eso no tuvieron problemas, había otros reparos técnicos. En ese momento le dijimos ‘no nos meteremos en el morbo’. Y, como se puede ver, la historia es cero morbosa».
«Al contrario, es muy humana: una mujer monja que, cuando se alejó de su vida religiosa, vivió este amor con Baltazar, del cual nació un hijo», sentenció.