La “noche FM DOS – LOS 40” resultó inesperadamente complicada. El Monstruo se manifestó con todo y los animadores pagaron los platos rotos.
Animadores: Su primera noche difícil. Tal como Vodanovic y Cecilia Bolocco con Joe Vasconcellos el 2000; Sergio Lagos y Tonka con Ana Torroja el 2007; y Rafa y Carola con Mon Laferte el 2017, los animadores se apresuraron en cortar a Fusión Humor y a Luciano Pereyra cuando les quedaba mucho por mostrar. Hay que decir que los animadores no se mandan solos, y no pueden llegar y mandar al carajo a la dirección del evento. Se vieron presionados, tomaron decisiones que resultaron apresuradas y se tuvieron que comer el repudio de un monstruo que se presumía iba a ser el más piola de este año.
Pablo Alborán: Tal como dijo María Luisa, llegó el 2013 como promesa, el 2016 como fenómeno y ahora demostró ser un músico de verdad y un artista de primer nivel. Un tipo sencillo, caballeroso, de buena pinta, que canta bien, con una gran puesta en escena y gran banda de apoyo. Si bien es baladista nato, tiene elementos de flamenco y hasta reggaetón que le dan variedad a su música. Lo del público coreando a todo pulmón “Solamente Tú” con sus linternas de celular encendidas es otro momentazo de este año. Gaviotas sumamente merecidas y demostración de que Alborán ya está en la galería de los grandes.
Fusión Humor: El mejor show de humor callejero en Viña desde Dinamita Show en 1996. Simpáticos, rápidos, ocurrentes, con un ritmo frenético que no le dio respiro al público. Además, con un buena puesta en escena de apoyo, con el oficio ganado en años de presentaciones exitosas en Olmué, Talca y Dichato, y jugados a fondo con la contingencia, sin que pareciera una pose o un recurso efectista para congraciarse con la gente como sucedió con Belloni. Se ganaron la Doble Gaviota en base a pura simpatía y talento, y sufrieron un abrupto corte de su espectáculo, el cual fue interpretado por muchos como una censura política. Los mismos comediantes reconocieron que se pusieron a improvisar de más y se salieron del libreto, pero creo que faltó manejo de parte de la dirección del evento, y a los animadores les lloró esa notable capacidad de negociación que Antonio Vodanovic desarrolló durante 30 años para hacer “pactos” con el Monstruo. Las pifias se devoraron la competencia y solo pararon con la presentación de Luciano Pereyra.
Luciano Pereyra: Ya en el tributo a Camilo Sesto quedó claro que este cantautor argentino canta de verdad. Tipo sencillo, de tremenda voz y presencia carismática, acabó con las pifias del monstruo por el abrupto final de Fusión Humor y encantó a la Quinta con su injustamente exiguo show. Lo suyo es la balada, pero con un estilo exquisitamente orgánico donde se compaginan influencias del folclore de su terruño y acertados coqueteos con el reggaetón. Sacó Doble Gaviota y dejó con gusto a poco. Se merece jugar en las grandes ligas de la industria musical. Apuesto a que vuelve en dos o tres años más, pero abriendo la jornada y con un show de hora y media donde lo podremos ver en plenitud.