Poco a poco, la supuesta agresión racista y homofóbica al actor afroamericano Jussie Smollett se ha ido transformando en una escandalosa farsa que, de momento, significó su despido de “Empire”, la serie en tono de melodrama sobre las tribulaciones de una poderosa familia de la industria musical que en Chile emite Canal 13.
Todo comenzó a fines de enero, cuando Smollett, reconocidamente gay, denunció que dos encapuchados le dieron una paliza mientras lo insultaban por su condición sexual y racial, haciéndose hospitalizar y presentando una falsa denuncia a la policía de Chicago. Sin embargo, la investigación oficial develó que el artista le pagó 3.500 dólares a dos hermanos nigerianos para orquestar el ataque. La intención del intérprete habría sido llamar la atención para alcanzar mayor relevancia en los medios, revalorizar su carrera artística y lograr un mejor salario por su trabajo en la serie. Finalmente logró exactamente lo contrario: el simulacro no sólo desató la indignación de la industria, también podría llevarlo a prisión.
En el terreno profesional, ya perdió el rol protagónico que lo llevó a la fama dado que los responsables de “Empire” decidieron eliminar su personaje y suspender su contrato. Fox, el canal que emite el drama, emitió un comunicado indicando que son “conscientes de los efectos de este proceso en los miembros del elenco que trabajan en nuestro programa, y para evitar más interrupciones en el conjunto, hemos decidido eliminar el rol de ‘Jamal’ de los últimos dos episodios de la temporada».
En el flanco legal, la policía de Chicago confirmó que Smollett fue arrestado y se encuentra bajo la custodia de detectives, enfrentando cargos por conducta inapropiada y presentar una denuncia falsa a las autoridades, lo que podría costarle hasta tres años de cárcel.