A Courteney Cox, la actriz que se hizo famosa gracias al personaje de la obsesiva Monica Geller en “Friends”, le costó mucho aceptar los cambios físicos que significa envejecer y comenzó una carrera contra el tiempo en la forma de constantes retoques en su rostro.
Los resultados son para todos evidentes, pero así como hay adictos a las cirugías estéticas incapaces de darse cuenta del desastre al que puede llegar dicha adicción, en el caso de la actriz sí comprendió el error que había cometido.
“A veces no lo puedo creer. ¡El tiempo pasa volando! Hubo un momento en el que dije: ‘Ay, estoy cambiando. Empiezo a parecer mayor’. Y traté de perseguir esa juventud durante años”, comentó Cox en una reciente entrevista que concedió a The Times para promocionar su nueva serie “Shining Vale”.
Luego, en una sincera confesión, dijo: “No me daba cuenta de que se me veía realmente rara con los pinchazos y haciéndome todas esas cosas en mi cara que nunca debí hacerme (…). Desfiguraron mi cara y me convirtieron en alguien que no era”, señaló.
Ahora, cuando resta poco para que cumpla 58 años (el 15 de junio), la actriz está sinceramente arrepentida de haberse sometido a tantos retoques estéticos . En ese sentido, agregó en la entrevista que al darse cuenta de los malos resultados, se dijo a sí misma: “Tengo que parar. Esto es de locos”.
Afortunadamente, muchas de esas intervenciones consistieron en rellenos inyectables que se reabsorbieron con el tiempo y los efectos se atenuaron.