Estas últimas semanas hemos sido testigos de un hito: “Demasiado Tarde”, se ha transformado en el primer programa televisivo creado para Internet que pasó a ser transmitido en la TV por cable (a través de VTR Deportes) sin realizar mayores concesiones y manteniendo su espíritu original. No es poco que auspiciadores como Ripley se atrevan a apostar a un programa como este. Es el último triunfo de Nicolás Copano, un verdadero pionero de la TV por Internet.
Nicolás Copano empezó justamente en la TV por cable, en el recordado programa “El Interruptor” de Vía X, en conjunto con su hermano Fabrizio y de la mano de José Miguel Villouta. Posteriormente aparecieron en un segmento del programa “REC”, de Chilevisión. Llamó la atención ver a un par de pendejos en plena edad del pavo hablando de temas contingentes con cierta propiedad y haciendo gala de un sentido del humor con cierto nivel de sofisticación en un momento en que el “no estoy ni ahí” campeaba en su generación y programas como “Mekano” reinaban sin contrapeso. Posteriormente, estos hermanos hicieron “Canal Copano” en Vía X, que se convirtió en un referente para la gente de su edad hasta que fue inexplicablemente cortado por una pelea tonta con Ignacio Franzani. De ahí, deambularon por la red y tomaron caminos separados: mientras Fabrizio explotó el “Stand Up Comedy” y se incorporó al “Club de la Comedia”, Nicolás se transformó en un verdadero emprendedor de la Internet. Es el twittero con más seguidores de Chile y uno de los más influyentes, referencia inevitable en todo lo relacionado con redes sociales. A eso, se suma una interesante trayectoria en radio, prensa escrita y aulas universitarias. Esto sin embargo lo ha llevado a transformarse en uno de los personajes más “chaqueteados” de Chile. Al recorrer Internet se percibe en muchos un odio apasionado hacia él que no me lo puedo explicar por otra razón que por una envidia muy poco sana
Nicolás Copano ha hecho mucho a los 25 años. Se ha atrevido a participar en proyectos innovadores, algunos de los cuales han terminado en sonoros fracasos, como la efímera versión chilena de “Duro de Domar” y el tristemente célebre “Hormiguero”. También ha metido su cuchara en programas faranduleros como “Alfombra Roja”. Ha sabido sacar provecho de esas experiencias, y ha logrado constituirse en una especie de referente generacional, casi en un “Don Francisco” de la TV en Internet (y no sólo por la contextura física). No es casualidad que haya sido número puesto en las transmisiones vía web de las últimas Teletones y del “Chile Ayuda a Chile” del 27-F. Ahora último ha apostado acertadamente a “Demasiado Tarde”, un programa hecho a pulso y que comenzó a ser emitido vía Internet en paralelo a los dos últimos festivales de Viña. “Demasiado Tarde” es una especie de Late Show donde se mezcla la actualidad y un estilo de humor adolescente y algo ramplón, que parece ser del gusto de las nuevas generaciones. No es poco que gente como Patricio Navia y el Premio Nacional de Historia Gabriel Salazar acepte ir a este experimento televisivo. A eso se suma la música en vivo a cargo de interesantes talentos jóvenes como Leo Quinteros. Lamentablemente el tiempo del programa no permite un mayor desarrollo de ideas, lo que lleva a que se terminen farreando de manera lamentable a invitados como Salazar.
Cuando se escriba la historia de la TV chilena de los últimos 20 años, el nombre de Nicolás Copano debería aparecer de manera más que destacada. A sus 25 años ha hecho y logrado más cosas trascendentes que mucha gente que lo dobla o más en edad. Copano abrió las puertas para el surgimiento de la TV por Internet, que si es bien aprovechada puede ofrecer posibilidades inimaginables. Estamos llegando a un momento en que cualquier persona con una WebCam puede hacer un programa de TV de bajo costo, sin censura, transmitido a todo el planeta y hasta con posibilidades de hacerse rentable comercialmente. Como le leí a su hermano Fabrizio en un artículo hace años, “¿Qué va a ser del Canal de Todos cuando todos puedan tener un canal?»